Si bien podría ser una novela juvenil al uso por sus similitudes con otras como los juegos del hambre o la selección, yo he encontrado una historia detrás de la principal que me ha hecho apreciarla. Un mundo distópico que desborda un odio hacia la mujer y una maduración de la misma digna de admirar. Una corrupción política, un golpe de estado, un incesante ataque a los derechos. Las protagonistas sufren su propia evolución personal que, para mí, no ha estado nada mal y sin exageraciones. La autora ha guiado la historia bastante bien y me ha dejado con muchas ganas de leer el segundo, que saldrá en breves. Destaco el mundo de las gracias: mujeres obligadas a servir al monarca sin rechistar y para lo que son preparadas desde pequeñas. Siendo que luego muchísimas de ellas vuelven a sus casas, pues solo le está permitido elegir tres de las muchas que se presentan. Lo recomiendo si te gustan las distopías con enfoque político y monárquico. |