Me quedo aquí

A veces llegamos a este tipo de novelas cortas en la que la intensidad gana, pero no hablo de cuánto pesa al leerla sino de cuánto se siente.

Al empezarla, pensás, “ah, esto sucede rápido” – los años corren – y entonces, creés que solo es una novela más, pero no, la historia se va convirtiendo en algo mucho más grande y va formando parte de uno, como lector.

Esta es la historia de un pueblo, uno que sufrió la guerra y las injusticias de aquellos que estaban al mando, tierra de nadie, aquél que prácticamente fue abandonado por algunos de sus habitantes y abrazados con fuerza por otros, aquellos que sabían que siempre sería su hogar.

Trina es la mujer que empieza contando la historia cuando su vida era, quizás, nada. Cuando su mundo apenas empezaba a expandirse. Y como un día podría decir que esas tierras eran parte de su vida.

Pero no solo ella defiende la historia de Curón contándola, sino que lo hace también Balzano, quien fue buscando lo que quería contar. No pretendía ser solo uno más de los que lo visitara y se alejara quedándose con una mera experiencia nueva. Quería que se contara lo que pasó y cómo pasó a ser solo un edificio rodeado de agua y dejando en el olvido lo que una vez existió.

Balzano se desarma ante su historia, la de Curón y sus personajes y luego, nos desarma a nosotros, dejándonos algo absolutamente conmovedor, bellísimo, triste e increíble. 🥰



P/D: tiene un poco de historia claro, pero es una novela súper ligera.

P/D: libro leído con PabloZL 🥳🥳 y libro recomendado desde hace un tiempo por mi madre (postiza) Marenpergamino 🥰

Marco Balzano nos deslumbra dándonos a conocer la historia de un pequeño pueblo italiano: Curon. Ubicado cerca de la frontera con Austria, tuvo que enfrentar y sobrevivir al control fascista de Mussolini y al asedio constante de la tiranía Nazi Alemana, la cual acechaba entre las sombras.

Una historia cargada de discriminación, abusos, y miedos que llevaron a una lucha constante de sus habitantes por sobrevivir y así proteger lo que era suyo: sus tradiciones, su sangre, su tierra, su hogar. Con un relato ágil, bello, pero también intenso recorremos años de conflictos enfrentándonos cara a cara al dolor y sobre todo a la incertidumbre que la guerra y el llamado “progreso” generaba en la comunidad.

Me encanto leer este libro, ya que me permitió conocer un fragmento desconocido de la historia, transportándome a esta región de Italia que deslumbra con sus increíbles paisajes pero que, en el fondo, esconde un gran dolor.

Pd: Leído con Barbimore ¡¡muchas gracias!! 😀🤗

Marco Balzano, reconstruye de manera, directa y franca la historia de fronteras administraciones , respeto a las costumbres, Autoritarismo, despojo de raíces en una zona donde estas y otras circunstancias humanas se unen a las naturales, el embalse que forma el pueblo constantemente amenaza con inundarlo,
De la misma manera, se ve amenazado por el avance del fascismo italiano, hasta ser rebasado por este, consumido y arrasado en sus raíces
De manera epistolar, Balzano recrea, a través de las palabras de Trina dirigidas a una hija que no aparece, las circunstancias históricas que llevan a este cambio, así como la resistencia de un puñado de habitantes que se ven empujados a huir a las montañas, con la esperanza de sobrevivir, perseverar y hacer perdurar sus costumbres, su lengua, su ritmo vital, tan vital como la prosa de Balzano, en las manos de Trina
Como menciona el mismo Balzano, “toda historia necesita de alguien que la cuente”,
Historia con letras mayúsculas,......que no deja de lado las letras pequeñas, contundente y conmovedor ,
Por cierto, la portada magnifica, ilustradora e ilustrativa, persistencia a toda prueba

"Me quedo aquí", es una novela que me ha llamado mucho la atención nada más ver su portada. Y al leer la sinopsis no pude evitar querer leerla. Quizá por que aquí en Cantabria, también tuvieron que inundar 4 pueblos completamente para construir el pantano del Ebro. Y por que desde pequeña he ido de visita y se puede ver también el campanario de la iglesia.
El caso es que, aunque en esta ocasión viajamos hasta Italia para descubrir Curon y su historia, sus gentes, me imagino que parte similar debió de pasar aquí y en tantos otros pueblos afectados por la construcción de un pantano o una presa.
Me ha resultado una lectura curiosa, entretenida y además muy ligera. Devoras sus páginas sin darte cuenta, ya que la manera de narrarlo de Marco Balzano es todo un acierto.
La historia nos sorprende lo primero por que está contada desde la vida de Trina, una mujer que nace y vive en Curon.
Desde que es sólo una cría, empezamos a descubrir cómo es la vida en Curon, dónde la gran mayoría son campesinos.
Pasamos por diferentes puntos claves de la historia, como los problemas que se vivían por los alemanes, los italianos y al estar en la frontera con Austria. Además de las dificultades para enseñar, teniendo incluso que ser maestra clandestina, con el riesgo que ello implica.
De igual manera nos adentramos en la segunda guerra mundial, y acompañamos a Trina por la angustia de tener a su marido alistado, y posteriormente a su hijo. Quedando ella sola al cuidado de la casa y el ganado, nos demuestra la fuerza y valentía que podemos tener frente a situaciones en las que no tenemos otra salida.
Conocemos también el sufrimiento de Trina por la desaparición de su hija. El silencio que se instaura alrededor de ella, como si nunca hubiera existido, el pensar sin pensar.
Sufrimos momentos de angustia cuando huyen a las montañas, y son prófugos, y el riesgo de que los soldados alemanes les encuentren y les fusilen.
Finalmente, el pueblo de Curon frente a la empresa constructora del embalse, como intentan no quedarse sin nada, y por desgracia como tienen finalmente que huir.
Es una novela que me ha encantado. Es lo primero que leo de Marco Balzano, pero me ha gustado mucho todo lo que es capaz de transmitir con unas pocas frases, llenas de sentimientos, y sin que apenas nos demos cuenta.
No nos podemos olvidar, que la historia está entre realidad y ficción, pero que de igual manera dicha línea es muy fina, y Marco Balzano nos lo demuestra.
Totalmente recomendable.

‘Me quedo aquí' es una novela histórica ambientada en la Segunda Guerra Mundial. Los hechos ocurren en Curon, un pueblecito del norte de Italia que hace frontera con Austria y Suiza y donde la mayoría de la población es alemana.

Balzano nos presenta a una pareja, Trina y Erich, quienes han vivido aquí toda su vida junto a sus familias, y veremos a lo que se enfrentan cuando el fascismo italiano de Mussolini estalla con toda su crueldad en el pueblo, amenazando todo lo que tienen. Por el bando contrario, el nazismo de Hitler cada vez avanza más y los habitantes del pueblo lo verán como una salvación para ellos.

El autor nos habla de esa salvación, de resistir y de ser fieles a nosotros mismos. Los personajes y sus historias son ficticias pero tampoco se alejan mucho de la realidad, pues los hechos que ocurrieron en el pueblo son reales y representativos. Curon es un personaje principal más en esta historia.

El escritor elige una prosa nostálgica y melancólica durante toda la novela que ayuda a conectar más con los personajes. El libro es corto y está dividido en muchos capítulos que agilizan la lectura; no me hubiera importado que se tomara más tiempo para profundizar en los protagonistas y así conocerlos mejor.

Lo recomiendo para saber más sobre esta parte escondida de la historia acerca de un lugar, actualmente muy turístico, que fue el santuario de muchas personas.

Gran novela, sólo se puede definir así, como una gran novela.
La lucha y resistencia por una vida y por una tierra, la tierra de cada uno, la de las tradiciones, la de los antepasados.
Pocas veces una novela corta trata tanto y tan profundo, sin contar más que lo justo, lo importante, no hace falta rellenar páginas absurdas.
Trata varios temas, amor, familia, amistad, tradiciones y todos bien tratados, profundos.
En conjunto, una gran novela que merece la pena descubrir, es más, hay que descubrirla.

La novela es un grito ante la resistencia civil. Escrita en primera persona, una madre narra a su hija en forma de carta su vida desde el año 1923 hasta hoy. Ella sabe que guardó demasiados secretos que se han ido convirtiendo en dolores internos, espera calmarlo todo con esta confesión. La ubicación del lugar es el pueblo de Curon, existe se encuentra en Val Venosta, Tirol del Sur.

Marco Balzano usa una historia ficticia para introducir una historia real muy bien documentada de lo que fue el lugar y su presa. Usando un lenguaje melancólico nos va contando lo que vivieron esos habitantes junto a la población minoritaria italiana con el fascismo.

Sabremos de cómo Trina y su marido Erich debieron tomar decisiones duras para poder seguir en su país como personas libres. Queridos por unos, buscados por otros, solos contra aquellos que debieron abandonar sus pertenencias al marcharse. En sí es la historia de una mujer y su país con todo lo que se vivió en la guerra, posguerra y el fascismo.

Un pueblo en la montaña apartado y dominado por otras personas, haciéndoles hablar un idioma que no era el suyo junto a las vejaciones fascistas.

La mayoría de veces vivir es resistir incluso cuando se pierde. Es duro ver cómo algunos huyen hacia las montañas mientras otros se niegan abandonar esa tierra en la que dejaron sus huellas.

Y es que la vida a veces golpea fuerte y cuando creen que ya no podrían soportar más llegará la construcción de la presa. Según les dijeron era en nombre del progreso.

Una novela que nos habla de ese mal irreparable, las vidas que se perdieron ya no compensan nada. Casi terminando el libro hay un trozo relacionado con el cementerio, es verdaderamente sobrecogedor.

Poderosa y triste.

Como os he contado otras veces, las ediciones de Duomo Nefelibata nos traen siempre grandes historias, reales o no, pero historias verdaderas, de sentimientos y emociones y esta vez no iba a ser distinto. Por eso me apunté sin dudarlo a esta lectura conjunta, porque sabía que iba a ser una historia que no me iba a dejar indiferente. Si además le sumamos que el contexto está situado en la Segunda Guerra Mundial, con lo que me gusta, ya tenía que elegirla sí o sí.

Estructuralmente la novela se encuentra dividida en tres partes, y cada una de estas partes consta de varios capítulos cortos, con lo cual la lectura es ágil, aunque haya partes con las que conectaremos más y otras partes que nos dejen algo más indiferentes, esto irá a gusto del lector. A mí me puede interesar más la parte del romance, a otro la parte de la guerra y a otro la parte de la lucha por el territorio, pero no adelantemos acontecimientos. En sí lo que nos vamos a encontrar es la historia de Trina, que es la protagonista principal.

Pero estas partes que os menciono forman parte de un todo que es una serie de cartas que escribe Trina a su hija Marica, que desapareció siendo niña y ya no está con ella. Esta parte concentra mucho del desasosiego general que transmite la historia, porque esta es una historia de desasosiego, desesperanza, ver como tu lucha no te lleva a ningún lado, abandonos, pérdidas... Una historia que te toca y te emociona. Eso sí, pesismistas, absteneos. En estas cartas Trina contará a su hija la historia de su vida desde que era una muchacha, con toda la vida por delante y muchísimas ilusiones, como conoce a su padre, se enamoran, los avatares de la vida, su huída temporal durante la Segunda Guerra Mundial, y digo temporal porque ella y su marido nunca tienen en mente abandonar su casa, su pueblo, su hogar, como reza el título, Me quedo aquí.

Su pueblo es Curón, es un lugar curioso porque es frontera entre Italia y Austria, por lo tanto está ahí como en tierra de nadie. Esto cuando estalla la Segunda Guerra Mundial hace que sus habitantes estén más del bando de Hitler pese a pertenecer a Italia. de hecho el hijo de Trina se alista para luchar con los alemanes, ella de clases en secreto en pajares abandonados y zulos de alemán porque es lo que sienten de corazón... Pese a que como italianos deberían defender a Mussolini y luchar contra el pueblo germano. Como en toda guerra, esto no afecta para que seas del bando que seas tu vida corra peligro, tengas que abandonar tu casa, huir, mueran tus seres queridos, y esta parte me ha gustado bastante (ya sabéis que me interesa mucho este tema, como la guerra afectó al pueblo de a pie, y en este caso está muy bien plasmado, siempre desde el punto de vista de Trina, nuestra narradora). Por ejemplo hay una parte en la que se tienen que esconder en las afueras del pueblo y me tuvo muy enganchada.

Y cuando acaba la Guerra y parece que Trina y Erich, su marido pueden volver a sus vidas, a su ganado, a sus quehaceres diarios y en definitiva, a la tranquilidad, a vivir y a amarse, que demasiado tienen con la falta de su hija, llega otra de sus pesadillas. La construcción de un embalse que aunque al principio parece que no, Erich está seguro de que arrasará con todo el pueblo. Otra vez con la imposición de abandonar su hogar y su lugar de nacimiento cuando no quieren, el irse de allí es perder su identidad, sus vidas... Es por eso que comienza una lucha en la que Erich intentando unir al pueblo, que no le hace mucho caso y Trina con lo mejor que sabe hacer, con sus palabras, escribiendo cartas a periódicos y hasta al mismo Vaticano, intentan pararlo todo. Habrá accidentes, peleas, amenazas, muertes... Trina nos lo contará todo; la frustración, la inquietud, las dudas, las mentiras de los constructores del embalse, el no poder dormir... No imagino algo más angustioso que estar en tu casa y no saber si de repente se va a inundar y vas a perderlo todo, tus recuerdos, tus cosas...

Sí es cierto que algunas partes de toda la protesta por el embalse y demás se me hicieron algo monótonas, como que no conecté tanto con esa parte, pero como ya he comentado es por tema de gustos personales, la parte de la Guerra y sus miserias me llama mucho más la atención.

Finalmente el embalse puede con el pueblo, como muchas veces el grande gana y el pequeño tiene que ceder... Esta será la última parte que conoceremos de la vida de Trina y el final del libro. Esta parte es muy emotiva y tengo que confesar que se me ha caído la lagrimilla. Insisto, deprimidos y pesimistas, absteneos, hasta que estéis de buen ánimo, porque la historia es preciosa pero es cierto que tiene mucho de amargura. Y lo brutal de todo esto es que todo lo que se cuenta de este pueblo en la novela es una historia real, de hecho aquí os dejo una bella imagen (fijáos cuanto dolor esconde una estampa tan preciosa) del embalse de Curón, con su torre de la Iglesia que siempre asoma como nos cuenta la protagonista y que actualmente podemos visitar. Si os apetece podéis echar un ojo en Google y podéis ver muchísimas más, cuando el embalse está congelado, en verano, de noche... Hay algunas chulísimas. Y es más, he seguido investigando y he descubierto que esto mismo sucedió en España durante las construcciones de embalses en época franquista. ¿Sabéis que en España hay alrededor de 500 pueblos escondidos bajo el agua? Es super curioso, digno de usar un ratito viendo los diferentes lugares, algunos cerquita de nosotros seguro.

En conclusión, esta novela nos presenta una historia real, dura, de protagonistas verdaderos que lucharon incluso poniendo en peligro sus vidas por sus raíces, por lo que ellos sentían, tanto cuando eran amenazados por las bombas como cuando eran amenazados por el agua. Y aunque podamos pensar que perdieron su batalla no fue así, si no, no tendríamos entre nuestras manos novelas como esta con la que hay tanto que aprender, del valor de los detalles del día a día, de vivir felices sin necesitar tanto. Porque cuando puedes perder todo lo que tienes, de qué te vale amasar y amasar, es mejor tener menos y poder atesorar recuerdos y vivencias reales que tener mucho si lo vas a perder.
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Por mucho que viajemos nuestro hogar es allí donde están nuestras raíces, nuestras gentes, nuestros recuerdos. ¿Cómo te sentirías si quisieran destruir aquel sendero que recorrías cada tarde donde compartiste secretos, anécdotas, tus primeros besos? Pero la guerra azota en todas partes y es un animal que arrasa con todo, incluso a veces los recuerdos. Para mí ha sido una lectura difícil porque el sufrimiento, la tristeza, golpea en cada página, pero sin duda me ha enseñado que debemos dejar de ser meros turistas y preguntarnos qué historia esconde cada muro, cada paisaje. Lo importante son las personas y lo que han vivido.

No conocía nada sobre Curon ni sabía de la existencia de ese campanario que emerge sobre las aguas. Probablemente de haber visitado ese lugar, hubiese hecho la misma foto que hacen todos sin preguntarme qué más se esconde bajo esas aguas.
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Recomendable para aquellos curiosos que valoren la tradición, el pasado, los orígenes y las sensación de pertenecer a un lugar y perdurarLas historias suelen ser parecidas aquí y allá. Los intereses económicos y políticos se suceden y aniquilan. La Historia, con h mayúscula tal como dice el autor, la que estudiamos, es aquella donde aparecen los hombres más “famosos” (en la mayoría de casos sólo los nombres de los que resultaron vencedores). Es la novela la que rescata la historia con h minúscula, la que está hecha de familias y personas de a pie, como puede ser la que cuenta Trina. Lo único que quizás me ha faltado ha sido un poco más de profundidad en los personajes, por lo demás me ha gustado que la novela no pierda el ritmo y que no me relaten solamente unos hechos sino que éstos sean más cercanos, que tengan nombres y vida.
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