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Este año he decidido cortar por lo sano y no obligarme a terminar libros que no me están gustando. Porque sí, siempre he sido muy pro terminar la lectura porque... ¿quién sabe? Más de una sorpresa me he llevado en la vida por insistir y no perder la confianza en la lectura en cuestión... pero en cambio, otras, se sabe que no hay tu tía... que por más que leas no te va a terminar por gustar nunca. Cuando vi este libro entre las novedades de Amazon Crossing, no dudé en pedir mi ejemplar digital para poder disfrutar de lo que yo cría sería una historia romántica, divertida y sin demasiadas pretensiones. El problema que tengo con este libro no es tanto el contenido sino la forma. No me gusta cómo escribe la autora, no es para mí. El libro está escrito en presente y primera persona, alternando capítulos narrados por diversos personajes. Cualquier pensaría, por lo tanto, que cada personaje demostrará una personalidad muy marcada y bien desarrollada... pero no. Cuando narras de esta manera y encima alternando perspectivas, me parece vital que confieras a cada uno una forma de hablar y expresarse particular, porque no todos hablamos de la misma forma; no todos usamos las mismas expresiones para decir lo mismo, y todo esto da información al lector que es vital no solo para comprender a los personajes sino para que sienta que la historia es real. Cole, Amy y Tom narran y hablan igual. ¡Igual! Un malote de barrio, tosco, peligroso y temible dice palabros que no diría un habitante medio, pues menos aún alguien de su perfil. Y así con todos, todo el tiempo. Tampoco entiendo, y esto no solo va por Tamara Balliana sino por cientos de autores como ella, el empeño que tienen en crear a la protagonista femenina perfecta. Sí, ya sabéis: son preciosas, pero no exuberantemente hermosas; son valientes, pero tienen ese punto de debilidad que las caracteriza; son divertidas e inteligentes, pero hasta el punto de resultar agradables, sin pasarse; de buena familia pero con ansias de vivir con los pies en la tierra; solteronas, pero por cómo se enamoran todos de ellas una no entiende muy bien por qué...; y así un largo etcétera. Son, básicamente, perfectamente imperfectas... Hay muchas cosas incongruentes en la historia: la forma en la que actúa Amy así en general, y todas las interacciones que he leído entre ella y Cole... que no tienen ni pies ni cabeza. Hablamos de una mujer relativamente pijilla que de repente le da la neura y se mete en lo que la autora te vende como el Bronx de Boston, a pie y sin escolta, y se va a visitar al mayor gangster del barrio. le toca la puerta *toc toc toc* y este le habla como si fuese lo más normal del mundo. POS OK. Si a esto, al menos, le añadieras algo de química (¡ALGO!) entre Amy y alguno de sus dos susodichos pretendientes... tendría un pase. Pero es que en absoluto. Solo diré que he llegado a escena de besos y me he quedado tan fría como viendo una escena de autopsia en una serie policíaca... O más, porque las escenas de autopsias al menos me producen grimilla, que ya es algo. Así que no, lo siento. No voy a entrar a valorar la trama en sí, porque evidentemente no sé cómo termina de desarrollarse, pero es que no lo iba a disfrutar, así que no tiene sentido. Podría leerlo en diagonal para destapar el pastel y ya, pero eso no es leer... por lo que aquí me quedo, en mi primer DNF del año (y cruzando los dedos por que no sean muchos más). Qué queréis que os diga, tengo poco tiempo para leer y no me apetece dedicárselo a lecturas que lo único que me hacen es quitarme las ganas de seguir leyendo. + Leer más |