—No veo por qué el mundo es tan nuevo para los americanos —dijo Giovanni—. En realidad, todos erais simples emigrantes, y no hace tanto tiempo que os marchasteis de Europa.
|
—No veo por qué el mundo es tan nuevo para los americanos —dijo Giovanni—. En realidad, todos erais simples emigrantes, y no hace tanto tiempo que os marchasteis de Europa.
|
Y dime una cosa, ¿qué es todo eso del tiempo? ¿Por qué es mejor tarde que temprano? La gente siempre está diciendo: «Tenemos que esperar, tenemos que esperar». ¿A qué están esperando?
|
Su lascivia era especialmente repugnante, no sólo porque careciese por completo de ingenio, sino también porque se trataba, indudablemente, de una expresión de desprecio hacia los demás y hacia sí mismos
|
Hay tantas maneras de ser despreciable que es como para marearse, pero para ser auténticamente despreciable no hay más que sentir un desdén absoluto por el dolor ajeno.
|
—Quiérelo —dijo Jacques con vehemencia—, quiérelo y deja que él te quiera. ¿Crees que hay otra cosa en este mundo que importe de verdad?
|
—Alguien —señaló Jacques—, tu padre o el mío, debería habernos dicho que no ha muerto demasiada gente de amor. En cambio, han muerto millones, y mueren cada hora… ¡y en los lugares más insospechados…! por la falta de amor…
|
A veces pensaba: «Pero si ésta es tu vida… Deja de luchar contra ella, deja de luchar contra ella». Y otras veces pensaba: «Pero si soy muy feliz… Y él me quiere. Estoy a salvo».
|
Simplemente me pregunté por los muertos porque sus días habían terminado y yo no sabía cómo iba a sobrevivir a los míos.
|
Puede que todo lo malo que te pasa te haga más débil [...] y por eso cada vez tienes menos capacidad para soportar lo malo.
|
Es cruel haberme dado ganas de vivir sólo para hacer mi muerte más sangrienta.
|
Gregorio Samsa es un ...