Este es un libro escrito por Amets Arzallus Antia con las palabras de Ibrahima Balde de 136 páginas que he tenido que dosificar en un par de días por la crudeza de la historia. La obra nos da unas pinceladas de la infancia de Ibrahima hasta que con 13 años pasa a ser el hombre de la casa y tiene que cuidar de su hermano, sus dos hermanas y su madre. Él quiere darle la oportunidad a su hermano de poder estudiar y no acabar trabajando como él pero un día su madre lo llama y le dice que su Miñan se ha ido. Aquí empezará una búsqueda de Ibrahima desde Conakri que es donde vive su familia hasta Libia que es donde está su hermano. Él pretende hablarle “con la boca y con los ojos, para que las palabras no se caigan”. Un viaje que aunque quisiéramos seguirlo por google maps no podríamos. Un viaje donde lo que tuvo que aguantar Ibrahima es inhumano pero también encontrará a gente que le ayudará. Y no voy a contar más porque mientras escribo estas palabras me emociono además que considero que es una historia que hay que conocer, no se puede mirar hacia otro lado. Es un libro muy duro, todos podemos hacernos una idea de lo que los migrantes deben pasar para llegar hasta aquí pero si supiéramos la realidad, los monstruos que hay alrededor del mundo… Esta es la historia de Ibrahima, una historia real, un hombre al que le atacan los recuerdos todos los días. Un libro que te cambiará. Él no está aquí porque quería alcanzar un sueño… él está aquí porque quería encontrar a la persona que más quería. |