Una investigación laica

Tras “Las pequeñas mentiras”, “Muerte entre las estrellas” y “En el otro bolsillo” (todas ellas reseñadas en el blog), hoy os traigo la cuarta entrega de la serie policíaca protagonizada por la inspectora de la Ertzantza Carmen Arregui

Éstas son mis impresiones

Carmen Arregui y su equipo –formado por Iñaki, Fuentes y Lorena- se toman unos días libres y aprovechan el puente de la Constitución para ir a pasar unos días a un pequeño pueblo de las Merindades de Burgos. Allí nació la madre de Iñaki y allí pasó éste los veranos de su infancia. Pero cuando aún era un niño, su tío, el hermano de su madre, murió asesinado. Nunca se supo por qué ni quién fue el culpable y ni Iñaki ni su madre han vuelto por allí. Los recuerdos se lo impiden.

La madre de Iñaki quiere vender la que fue casa familiar e Iñaki se ha ofrecido a ir al pueblo y vaciarla de objetos personales. Sus compañeros de la Ertzaintza le acompañan. Se alojan en un pequeño hotelito rural y ponen manos a la obra. Pero el tema de la muerte de José les intriga y, aunque han pasado treinta años, deciden investigar un poco a ver si consiguen averiguar algo.

Me intrigaba mucho cómo se las había arreglado Laura Balagué para escribir una novela policíaca protagonizada por ertzainas en un lugar donde no tienen jurisdicción como es Burgos. Y me ha encantado cómo lo ha planteado todo. Unos días aprovechados en el puente de diciembre (casualmente, cuando yo he leído la novela, casi en tiempo real), una limpieza de la casa familiar y una investigación totalmente extraoficial. Por supuesto, no pueden utilizar los medios policiales que normalmente utilizan en San Sebastián, donde todos ellos trabajan. Lo que si pueden es hablar con la gente del pueblo, con quienes conocieron a José y vivieron en aquella época, pueden mirar los documentos que encuentran… Y tienen la fantástica ayuda de Matías, un hombre del pueblo que ha investigado por su cuenta y lo tiene todo organizado. Es una investigación atípica, no oficial, “laica” podríamos decir.

En todas las reseñas de las novelas de esta serie he dicho que lo que más me gusta es lo normal que es la protagonista, la jefa Carmen Arregui. Hemos conocido a su marido y a sus hijos, su vida personal y familiar y sabemos cómo es: una mujer completamente normal, que hace cosas como tú y como yo y que, además, trabaja como policía. Me gustan los policías clásicos, atormentados y con un vaso de whisky en la mano pero me gustan más los normales, los que se parecen a los que –imagino- trabajan en cualquier comisaría de nuestro país. Esto es lo que pasa con Carmen Arregui y sus novelas: son reales, cotidianas, normales. Y los crímenes que investiga también lo son. Me encantan las novelas de psicópatas y asesinos en serie, que conste: son muy literarias e interesantes. Pero, por suerte, bastante irreales (aunque asesinos en serie haberlos haylos). Pero asesinos y criminales de todo tipo como los de las novelas de Laura, desgraciadamente los hay en abundancia: son criminales normalitos, de andar por casa. Y eso es lo que me gusta de esta serie: su cotidianeidad; una pensaría que se puede encontrar a Carmen al doblar cualquier esquina, en la peluquería o al comprar en una tienda.

Y lo que hacen en esta novela es de lo más normal también: irse de puente y ayudar a un compañero a hacer una mudanza. Y, como la cabra tira al monte, si hay un crimen que investigar pues lo hacemos, ¿no?

Me gustan mucho los crímenes del pasado, ese bucear en hechos ocurridos tiempo atrás, ese preguntar a la gente que los vivió hace tantos años. Me parece que dota a las investigaciones de un cariz distinto, más humano en cierta forma. Y que, por supuesto, la forma de investigar es otra.

Por eso y por todo el resto me ha gustado tanto “Una investigación laica”. Los escenarios son magníficos. Un precioso pueblo de las Merindades de Burgos, un acogedor hotelito rural, un invierno frío y una gran nevada que los deja aislados, unos personajes secundarios típicos de un pueblo, una investigación tranquila, rural. Como siempre, una novela de intriga al estilo clásico, lógica y racional. Sin sorpresas sacadas de la manga, sin golpes de efecto: cotidiana y normal. No paro de repetir esta palabra pero es que es lo que mejor define las novelas de Laura y lo que más me gusta de ellas.

Me ha gustado encontrarme a los personajes fuera de su hábitat natural: Donostia, mi ciudad. Y en una situación diferente a la habitual. Recordaos que Carmen es la jefa, los otros tres son sus subordinados. Se llevan bien (o menos bien si hablamos de Fuentes) pero de ahí a compartir espacio durante tantos días seguidos…

Si alguien se pregunta si puede leer esta novela sin haber leído las anteriores, la respuesta es que sí. La trama policíaca empieza y termina aquí. Otra cosa es que los personajes tienen una vida anterior que no conoceréis. Sin embargo, aún siendo esta interesante no es imprescindible para disfrutar de la novela y lo que es necesario saber ya lo dice Laura al principio.

Conclusión final

“Una investigación laica” es una novela para devorar. Una novela policíaca al estilo clásico que da gusto leer. Os la recomiendo como os recomiendo las demás novelas de la autora.
Enlace: https://librosquehayqueleer-..

Un pueblo, de los que están destinados desgraciadamente al olvido como suele suceder con la mayoría de los pueblos de la llamada "España vaciada", es el escenario principal por donde se van moviendo los personajes de "Una investigación laica" de la escritora Laura Balagué Gea y de la Editorial Cosechanegra, una editorial recién nacida pero que está haciendo las cosas muy bien. 

 

En "Una investigación laica" viajaremos junto con la oficial de la Ertzaintza Carmen Arregui y su equipo a un pueblo de Burgos para ayudar a un compañero a recoger sus efectos personales de su casa porque debe ser ocupada por su nuevos moradores.  Lo que se supone unos días de tranquilidad, de ayudar al compañero se convierte en una estancia de lo más movida porque deben, una vez que han encontrado una serie de papeles, averiguar quién mató tiempo atrás al tío del compañero que debe abandonar la casa familiar. Y se poner a investigar en un lugar en el que la Ertzaintza no tiene jurisdicción como es en este pueblo de Burgos. Juntos se toparan con unos personajes que son aptos candidatos a ser el verdadero asesino del crimen acontecido tiempo atrás, tan atrás que ya los hechos están prescritos cuando llegan al pueblo. Y por si no fuera poco lo que tienen que investigar, también sufren un temporal de nieve y de frío al más puro estilo "Filomena" cuando le puso a media España un vestido blanco nieve. 

 

La novela tiene una lectura ágil, gracias a que la autora quiere contar la historia sin muchas descripciones del lugar como puede suceder con algunos autores que si que se esmeran más en las descripciones de los lugares, al mismo tiempo, Laura Balagué va a lo esencial de la trama facilitando, desde mi punto de vista, la labor de lectura por parte del lector. Y si hay que ponerle alguna pega a la novela sería la investigación que hay en la novela. Me esperaba una investigación un poco más ardua y más trabajosa y no una investigación superficial como la que hay en "Una investigación laica". Quitando esta pega, la novela es una muy buena novela para olvidarte del mundo real durante un rato y para sumergirte en una historia que hace un claro homenaje a esos pueblos, que como he dicho al principio, terminan olvidados por los ciudadanos y por las autoridades pertinentes. 

Llevaba ya un tiempo echando de menos leer una buena novela policial, me atrajo la sinopsis de la contraportada y la verdad es que he quedado gratamente sorprendida con este libro porque pese a mis jornadas laborales interminables y mil obligaciones , me he encontrado mi misma intentando sacar tiempo y poder leer para saber cómo continuaba la historia.

Así a grosso modo, se trata de un clásico whodunit al puro estilo Agatha Christie.
Una sinopsis rápida sería un grupo de ertzaintzas compañeros de trabajo van a pasar un puente a la casa de uno de ellos a un pueblo de Burgos y lo que era en principio una estancia tranquila en un entorno idílico acaba siendo una investigación de un crimen sin resolver hace años.

Por lo que leo en la contraportada, esta novela pertenece a una pequeña serie de la que no es necesario leer ninguno de los libros anteriores. Sin embargo, yo he disfrutado tanto leyéndolo que intentaré conseguir los anteriores ya que me ha gustado la construcción de los personajes (creíbles, humanos y redondos), la trama bien construida y finalmente bien escrito.
(buen ritmo narrativo y toques de humor, capítulos cortos ).

En resumen, este libro ha sido todo un descubrimiento. A partir de ahora seguiré la pista de la autora.

La oficial Carmen Arregui y su equipo van a pasar el puente de diciembre ayudando a Iñaki, que necesita vaciar la casa familiar para venderla. Viajan a un idílico pueblo y allí descubren que en el pasado familiar de su compañero hay un crimen que quedó sin resolver. No lo podrán investigar como ertxainas, puesto que están en la provincia de Burgos, pero utilizarán su experiencia para llevar a cabo una investigación extraoficial que los llevará a reconstruir los hechos sucedidos muchos años atrás a través de ganarse la confianza de los habitantes de Fuenrota y sus alrededores.

El libro se estructura en capítulos cortos en los que se van sucediendo los puntos de vista de los cuatro miembros del grupo. El ritmo es ágil y la intriga se mantiene prácticamente durante toda la novela, por lo que invita a seguir leyendo. Nos vamos adentrando en las diferentes vías de investigación, las principales teorías y también en las relaciones personales entre los componentes del equipo. Nos asomamos también al pasado y al presente de Fuenrota, en busca de todo lo que pudo haber tenido algo que ver con el crimen.

Aunque es la cuarta entrega de la serie y yo no había leído ninguna de las anteriores no me ha supuesto ninguna dificultad el no conocer de antemano a los personajes, y me he quedado con las ganas de leer más de esta autora.

Muy recomendable si buscas una novela negra ligera y muy amena.

Una novela ambientada en un entorno rural de Burgos, al que un grupo de policías van a pasar unos días con la intención de ayudar en vaciar la antigua casa familiar de uno de ellos. Pero dicho proceso conlleva desenterrar la muerte de su tío unos 30 años atrás, quien apareció muerto sin saber claramente que ocurrió con él y quien fue el causante o los causantes de su muerte. Se ven con esa necesidad de resolver esa intriga familiar que tan tapada está en esa comarca.

En plena investigación aparecen fantasmas del pasado, antiguas rencillas, sospechosos inesperados en un ambiente gélido y rural, una ola de nieve que no se vivía en la zona desde hace muchos años y un equipo de policías y los propios habitantes del pueblo como protagonistas. Interesante como lleva la autora esa circunstancia de como la Ertzaintza actúa en una zona en la que no tiene jurisdicción ayudándose de los propios habitantes de la zona. Un equipo policial cotidiano, una jefa metódica y seria, una pareja de agentes mas jóvenes que van descubriendo los secretos internos de su propia relación y otro policía mas guasón y "tocanarices". Con unas ambientaciones físicas de la zona, de la propia historia, iglesias románicas muy detalladas, de los propios habitantes y negocios de un entorno rural y con un hilo perfectamente unido entre la actualidad y lo que ocurrió 30 años antes.

Una novela negra entretenida, cotidiana y fácil de leer. Sin duda, seguiré a esta autora y a este grupo de policías de quienes leo que tienen varias novelas editadas.

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