Secretos a voces

Sloane, Ardie y Grace son abogadas de éxito y trabajan en la misma empresa. Su jefe directo, Ames, está a punto de ser ascendido a director general, lo que no es una buena noticia para ninguna de ellas, teniendo en cuenta los rumores que corren sobre la forma en que trata a las mujeres.

¿Cuáles son esos secretos que todo el mundo conoce y nadie da por conocidos, por qué secretos a voces? Porque en esta historia el poder está en manos de los hombres, y las mujeres (casi) piden perdón por serlo. Por querer tener familia, por conciliar, por ser algo más que un cuerpo y una cara (joven o no tanto), por rechazar comentarios e insinuaciones que van más allá de lo laboral... por desear seguir trabajando para vivir y no vivir para trabajar.

La historia que aquí se cuenta es ficticia, pero se nutre de las conversaciones que la autora mantiene con numerosas mujeres. Así que, en gran medida, es real: lo son el techo de cristal, la culpa, el miedo a la violencia, el desprecio hacia las mujeres, el acoso laboral, el acoso sexual... y cómo todo ello trata de ocultarse muchas veces, en vez de sacarlo a la luz. Y cómo se le da la vuelta a la tortilla para volcar en nosotras una responsabilidad que nos es ajena: "Es como un delito de oportunidad, supongo. No culparías a la víctima por dejarse asesinar". Pero, sin embargo, sí culpamos a la mujer por llevar una falda demasiado corta o un escote pronunciado.
Os la recomiendo: va a ser, sin duda, una de mis lecturas Top de 2022.
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