Es una historia que, para sacarle el mayor provecho, hay que leer con los 3 principales captadores de información (los ojos, la mente y el corazón), porque de lo contrario no se comprende... Yo la leí dos veces para poder entender realmente lo que quería transmitir y a veces es tan profundo que duele. Aviso, las novelas reflexivas y filosóficas de este autor son para lectores muy valientes.
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