El don de volar

El autor nos cuentan sus anécdotas como piloto de biplanos a través de sus relatos personales, parte de su bitácora de vuelo, escritos entre 1959 y 1971. En estos escritos nos encontramos con lecciones de vida, lenguaje técnico, anécdotas y pensamientos relacionados a su amor por la aviación y adoración por el cielo, el lugar donde realmente se siente a gusto consigo mismo.
Es el segundo libro que leo del autor y me gustó tanto como el primero. Aún no siendo parte del mundo de la aviación, me sentí cómoda por su forma de narrar, te hace sentir como un compañero más de sus aventuras. Me encantaron sus experiencias, su manera de ver el mundo y a las personas, y en los distintos biplanos que manejo. Sobretodo con un modelo Seabee Republic 1974, un biplano que no solo te permitía volar y aterrizar en tierra, sino también aterrizar en el agua (como un bote), eso me pareció genial.