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El miedo a lo desconocido. Esa sensación extraña que tan bien nos describía Lovecraft en su tratado acerca del horror y que acierta de lleno en cuanto a las emociones que te puede proporcionar una buena novela de terror o, como es en este caso, una recopilación de relatos. Esa perturbación que causa en ti el hecho de no terminar de comprender qué es eso a lo que te enfrentas pero del que tienes claro su peligrosidad. Supongo que será por el exotismo de la propuesta, por adentrarte en una mitología, en una forma de enfocar el horror que es ajena a lo que estás acostumbrado o que, simplemente, Nadia Bulkin han conseguido en este libro algo mucho más sencillo que es apelar a ese miedo universal que todos llevamos dentro. Y es que, a lo largo de estos trece relatos, alguno de los cuales suponen un pequeño esfuerzo por parte del lector para entender la profundidad de los temas a tratar, la escritora nos presenta una serie de cuestiones a abordar en las que te puedes sentir perfectamente identificado. Desde el miedo a la muerte, o su aceptación, a el temor que produce mirar a la cara a tus propios fantasmas. A partir de ahí, todo lo que quieras. Criaturas de ultratumba, maldiciones, encuentros con entidades, poderosas energías y hasta pequeños pasajes a lugares acuáticos que son reconocidos por los amantes del género. Pero claro, dicho así no es más que otra recopilación de relatos de terror de tantas. Y podría pasar desapercibida entre el amplio abanico de propuestas que hay en el mercado. Pero todo en este libro es diferente, se siente fresco, está lleno de ideas y miedos que para el público occidental suenan ajenos pero que se sienten igual de cercanos que los vampiros, hombres lobos y cualquier criatura de nuestras habituales pesadillas. Y es que el catálogo de monstruosidades que hacen acto de presencia en cada uno de los relatos que contiene esta recopilación es digna de reseñar, aunque es mejor que lo descubra el lector. Seres mitológicos llenos de exotismo y espiritualidad, a los que no te gustaría enfrentarte cara a cara, acompañan en estas historias a otros que nos llevan de lleno a la pura mitogia lovecraftiana. Por si eso no fuera suficiente, a lo largo de estas historias Bulkin se dedica a diseccionar la actualidad e historia política de su país de origen, entrando a trapo en todo tipo de atrocidades dictatoriales y sociales que aterran aun más que toda la fantasía que acompaña a esta obra. Y es que pone patas arriba todo el mundo que la rodea, poniendo especial atención en la figura femenina y su estoica capacidad de aguante ante la hostilidad del mundo y la fuerza de su empoderamiento para enfrentarse a él. En definitiva, es un libro diferente a lo que estamos acostumbrados y eso ya merece toda la atención. Aunque son relatos complicados de entender, llenos de mitología y de maneras de enfocar la vida que resultan chocantes en esta parte del globo, cada una de estas historias te dejan su impronta. Y eso, no es sencillo de conseguir. |
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