Ella dijo Destruye

Nada mejor para comenzar las lecturas del #LeoAutorasOct 2020 que con una antología de terror de una autora de Indonesia que descubrí el año pasado gracias a un relato en Cuentos para Algernon (si les gusta la ciencia ficción, la fantasía y el terror es un blog con historias gratuitas que no se pueden perder) y que tenía muchísimas ganas de seguir leyendo. Ella dijo Destruye, de Nadia Bulkin, reúne trece cuentos donde el horror, lo personal y lo político se unen para crear una obra maravillosa, impactante e inquietante, que podemos leer en español gracias a la excelente traducción de Antonio Rivas.

“Al principio, al mismísimo principio de todos los tiempos el general se comió una bala”.

Nominada a los premios Shirley Jackson, Nadia Bulkin es una escritora que pasó su infancia en Indonesia y después se trasladó a Estados Unidos. Licenciada en Ciencias Políticas y con un posgrado en Política Internacional, actualmente vive en Washington D. C. Su escritura no solo está repleta de terror (de ese que nos da miedo porque lo que nos cuenta se siente real), sino que, además está repleta de crítica social. En la elogiosa introducción de Paul Tremblay, el autor afirma que es una lectura que «infectará al lector» que luego se verá obligado a recomendarla a todo el mundo, y yo no puedo estar más de acuerdo.

El primer relato se titula Zona de convergencia intertropical y nos presenta a un general de Indonesia que, a través de una magia cada vez más oscura, va acumulando dones con el fin de mantenerse en el poder. Un relato brutal y doloroso que nos hace preguntarnos qué estamos dispuestos a sacrificar por nuestros ideales. Uno de mis favoritos. Las cinco etapas del duelo nos presenta una historia de fantasmas tremendamente original y perturbadora, porque ¿quién se quiere separar de aquellos seres queridos a los que ha perdido? le sigue Y cuando fue mala… un cuento en el que una joven superviviente de una matanza se enfrenta al aterrador monstruo que causó toda la destrucción. Soledad y venganza, un relato sorprendente donde nada es lo que parece.

“Todo el mundo está sangrando; todo el mundo está muerto. Todo el mundo está hecho de hierro, agua y hueso”.

Solo la unión salva a los condenados es otro de mis favoritos. Tres amigos deciden realizar un video sobre una leyenda del pequeño pueblo donde viven. Una grabación que termina por hacerse viral sin que puedan ni imaginar las consecuencias que les acarreará. Inquietante de principio a fin. Pugelhueso nos relata la desesperación de una madre que intenta recuperar a su hija en un sistema injusto y que está amañado. Con una ambientación opresiva, hay tanta crítica social como horror, simplemente fabuloso. En Cabra roja, cabra negra, regresaremos a Indonesia mientras acompañamos a una humilde niñera que llega a la casa de una familia adinerada solo para descubrir que allí hay algo poderoso y aterrador que ya ocupa ese lugar.

Siete minutos en el cielo (historia que pueden leer de manera gratuita en el blog de Cuentos para Algernon) narra la vida de una mujer que crece junto a una ciudad fantasma en la que un accidente industrial mató a toda la población. Descubrir los detalles de la tragedia harán que se replantee todo lo que cree saber. Vida, muerte, cultos y pesadillas, otro relato estupendo. Te quiero, chica nos presenta a dos adolescentes japonesas que tratan de vengarse de la joven que ha estado transformando la vida de una de ellas en el colegio en un infierno. Otro relato impresionante tanto por lo que cuenta como por el mundo que crea para hacerlo. Vida eterna es un cuento en el que una habitación en la que han muerto dos personas, ahora parece estar habitada por el espíritu de una de ellas. ¿Pero es el fantasma de un genocida o el de una chica a la que nadie parece recordar?

“Aquella era la diferencia entre Yurie y yo: yo había aceptado que la vida era una mierda, no solo en la escuela sino después; Yurie aún conservaba aquella expectativa perversa de alcanzar la felicidad”.

Violeta es el color de tu energía es un relato que inspirado en El color del espacio exterior de H. P. Lovecraft, nos cuenta la historia de una familia de granjeros que ven cómo su vida se transforma tras la aparición de una misteriosa luz que cae desde el cielo sobre sus campos. Un cuento muy bueno que se puede leer sin conocer el relato del escritor de Providence, pero disfrutas aún más si lo conoces y los comparas. La Verdad es el Orden y el Orden es la Verdad presenta la lucha de una princesa de un reino olvidado por recuperar el lugar que le quieren arrebatar al morir sus padres. Aquí encontraremos no solo influencias de Lovecraft, sino también de la mitología javanesa.

Cero absoluto. ¿Cómo sería tu vida si creces sabiendo que tu padre es un monstruo? ¿Puedes crecer como una persona normal si descubres desde muy niño que uno de tus progenitores es un wendigo, un hombre con cabeza de ciervo que con solo pensar en él te causa terror? Infancias traumáticas y la búsqueda de amor. Muy buen relato. Cierra la selección Sin dioses ni amos, una historia en la que una familia sufre una maldición. Tras haber pactado con un demonio, ese grupo de mujeres debe asegurarse que solo nazcan niñas en la familia, para evitar así el nacimiento del hombre que traerá con él el apocalipsis. Posesiones demoníacas, luchas y brujas. Impactante y un muy buen cierre para una antología espectacular.

“—Ya estaba perdida el día que salió de aquel bosque, embarazada de ti —dijo la abuela Ro—. He estado de luto toda la vida”.

Monstruos, dictadores, genocidas, brujas, fantasmas, leyendas, venganzas… Ella dijo Destruye, de Nadia Bulkin, es una antología que deberían todos estar leyendo. Terroríficos, asombrosos, incómodos y duros, los relatos no solo están muy bien escritos, sino que tratan tantos temas que es imposible enumerarlos todos. Hay tanta crítica social, como seres sobrenaturales. Aunque quizás los monstruos que terminan por ser más aterradores son los humanos. Como siempre la ilustración de Rafael Martín Coronel para la portada del libro es espectacular y la edición de la biblioteca de Carfax es excelente. de nuevo gracias a la editorial por apostar por el terror escrito por autoras, cada nueva publicación es todo un descubrimiento. Si desean leer una antología inquietante que los sorprenda sin parar tienen que darle una oportunidad.
Enlace: http://inthenevernever.blogs..

En “Ella dijo Destruye” no vais a encontrar lo que conocemos como las típicas historias terroríficas. Estos trece relatos cortos desafían al género, su propia autora se refiere a ellos bajo la descripción de horror sociopolítico.

Nadia Bulkin, de ascendencia indonesia, nos ofrece una nueva mirada en esta ficción escalofriante. Historias diversas que se mueven entre pequeños detalles de lo que es la política, historia y cultura del sur de Asia.

Su escritura es poderosa, cada relato es una pequeña joya repleta de una calidad literaria inmejorable. Una selección arbitraria perfilándose entre la frontera de lo real y lo sobrenatural. Afrontará temas tan delicados como son la enfermedad o el suicidio. El horror se palpa, es algo más intuitivo a la vez que usa una escritura muy descriptiva entrelazando con detalles horribles. Confía en una narración sólida en lugar de un mar de sangre y vísceras para contar sus historias. Los detalles vívidos crean una realidad en el lector sin degradar su capacidad para hacer conexiones y confiar en su propia imaginación.

Historias con una fuerte presencia de voces femeninas. Sabréis de un general con ansia de poder que siguiendo el consejo de un chamán indionesio se comerá una bala. Un relato espeluznante que junta historia con horror. En el siguiente la autora nos muestra la pobreza de un país, ese dolor que nunca se marcha, al mismo tiempo que nos cuenta un relato de fantasmas. También leeremos un cuento sobre cierta terrible masacre. La autora usará en este corto una narrativa cruel. Un monstruo diferente y ella la única superviviente, ¿Por qué no la mata?. En otro cuento una niña se convertirá en amiga de un monstruo olvidando junto al lado de quién se encuentra. Conoceremos la historia de una niñera enfrentándose a niños horribles y a dioses cabras.

Un compendio de relatos extraños y oscuros donde el engendro fantástico se da de la mano con el monstruo creado y el humano sin abandonar el folklore asiático. En cada narración encontraremos giros sorprendentes que llegarán a desafiar al propio lector. Esa niña que crece en un extraño pueblo con costumbres insólitas. Bulkin nos traslada hasta una escuela secundaria de Japón para saber el alto precio que pagará un abusador. Regresaremos a otro relato de fantasmas, esta vez el de una sirvienta que murió en la misma habitación que el asesino. Dos historias nos traerán el recuerdo de Lovecraft. La ambientación de una de ellas será en Nebraska, dentro de un relato muy similar al “El color que cayó del cielo” la otra ocurrirá en el sudeste asiático en una narración que nos conduce hacia los mitos de Cthulhu. También conoceremos en otro relato una maldición demoníaca o la de un niño que accede a ser el hijo de una criatura increíble.

Me queda alguna por comentar pero es esto lo que vais a leer desde generales comiendo balas, desastres que convierten pueblos en cementerios, sirvientas muertas pasando por fantasmas de criminales de guerra o monstruos horribles y humanos. Trece historias que nuestra autora retuerce haciéndolas originales llevándonos a diferentes tiempos y escenarios.

Relatos cortos, algunos no superan las diez páginas, pero supo dejar una calidad maravillosa. Describe la parte terrorífica con fuerza aun así el verdadero horror lo sientes siempre en el mundo real.

No tengo ninguna duda en decir que es uno de los mejores libros de relatos que he leído este año.

El miedo a lo desconocido. Esa sensación extraña que tan bien nos describía Lovecraft en su tratado acerca del horror y que acierta de lleno en cuanto a las emociones que te puede proporcionar una buena novela de terror o, como es en este caso, una recopilación de relatos. Esa perturbación que causa en ti el hecho de no terminar de comprender qué es eso a lo que te enfrentas pero del que tienes claro su peligrosidad.
Supongo que será por el exotismo de la propuesta, por adentrarte en una mitología, en una forma de enfocar el horror que es ajena a lo que estás acostumbrado o que, simplemente, Nadia Bulkin han conseguido en este libro algo mucho más sencillo que es apelar a ese miedo universal que todos llevamos dentro.
Y es que, a lo largo de estos trece relatos, alguno de los cuales suponen un pequeño esfuerzo por parte del lector para entender la profundidad de los temas a tratar, la escritora nos presenta una serie de cuestiones a abordar en las que te puedes sentir perfectamente identificado. Desde el miedo a la muerte, o su aceptación, a el temor que produce mirar a la cara a tus propios fantasmas. A partir de ahí, todo lo que quieras. Criaturas de ultratumba, maldiciones, encuentros con entidades, poderosas energías y hasta pequeños pasajes a lugares acuáticos que son reconocidos por los amantes del género.
Pero claro, dicho así no es más que otra recopilación de relatos de terror de tantas. Y podría pasar desapercibida entre el amplio abanico de propuestas que hay en el mercado. Pero todo en este libro es diferente, se siente fresco, está lleno de ideas y miedos que para el público occidental suenan ajenos pero que se sienten igual de cercanos que los vampiros, hombres lobos y cualquier criatura de nuestras habituales pesadillas.
Y es que el catálogo de monstruosidades que hacen acto de presencia en cada uno de los relatos que contiene esta recopilación es digna de reseñar, aunque es mejor que lo descubra el lector. Seres mitológicos llenos de exotismo y espiritualidad, a los que no te gustaría enfrentarte cara a cara, acompañan en estas historias a otros que nos llevan de lleno a la pura mitogia lovecraftiana.
Por si eso no fuera suficiente, a lo largo de estas historias Bulkin se dedica a diseccionar la actualidad e historia política de su país de origen, entrando a trapo en todo tipo de atrocidades dictatoriales y sociales que aterran aun más que toda la fantasía que acompaña a esta obra. Y es que pone patas arriba todo el mundo que la rodea, poniendo especial atención en la figura femenina y su estoica capacidad de aguante ante la hostilidad del mundo y la fuerza de su empoderamiento para enfrentarse a él.
En definitiva, es un libro diferente a lo que estamos acostumbrados y eso ya merece toda la atención. Aunque son relatos complicados de entender, llenos de mitología y de maneras de enfocar la vida que resultan chocantes en esta parte del globo, cada una de estas historias te dejan su impronta. Y eso, no es sencillo de conseguir.

Como uno de mis grandes descubrimientos del año pasado fue “Cuando la oscuridad nos ama” de Elizabeth Engstrom (editado por La Biblioteca de Carfax), me decidí a probar suerte con alguna otra autora que hubiese publicado la editorial. En esta ocasión se trata de un libro de relatos, que me suelen costar algo más por aquello de que no es una historia única y tienes que salir y entrar de muchos imaginarios en poco tiempo, pero es verdad que dejando tiempo entre la lectura de cada uno de ellos, la sensación de haberte sumergido más es mayor.

Los trece relatos que componen este volumen tienen en común la presencia de lo sobrenatural, de entidades o seres que se encuentran a nuestro alrededor y quizás no podamos ver pero sí sentir, y su influjo es lo que provoca una angustia atenazante en sus protagonistas. En muchos casos los personajes habitan lugares tristes y sin futuro, en los que el aburrimiento puede ser aliciente para imaginar este tipo de monstruos, pero también puede que sus protagonistas tengan algún tipo de relación ancestral o de poder con esos seres, así que era cuestión de tiempo que ambos mundos colisionasen, y es en ese instante en el que nos posicionan los relatos de Nadia Bulkin.

Puesto que la autora tiene orígenes indonesios y estadounidenses, nos encontramos con historias que beben de ambos mundos, de sus terrores y leyendas particulares. El miedo es una sensación omnipresente, y la autora no duda en poner en situaciones extremas a sus personajes, rozando incluso el género gore, pero siempre con un fin, el de dirigir la historia hacia donde le interesa. Hay también un punto sociológico en sus relatos, que nos muestra los prejuicios y las miserias de una sociedad machista, racista, agresiva y solitaria. Realmente parece que no hay salvación para los humanos, aunque, en sus finales, siempre nace un atisbo de esperanza, la de la posibilidad del cambio.

En definitiva, este conjunto de relatos me ha parecido bastante interesante aunque no sea uno de mis géneros predilectos. Recomiendo leerlo con tranquilidad, disfrutando de cada relato por separado para individualizar cada uno de ellos y dejarle que tome forma en nuestra imaginación.

La @labibliotecadecarfax nos regaló a los amantes del terror el libro de Nadia Bulkin, autora de la que posiblemente conoci〚is tanto como yo: nada. Os lo adelanto ya que mucho tiene que sorprenderme un libro este año para que esta no sea mi mejor lectura anual. Aunque no leáis terror, es una de las escritoras con voz propia de este género más potentes que uno puede leer en este momento.
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No vas a encontrar en los 13 relatos que componen esta sinfoni〚 del terror nada que sobre, porque cada historia es una liturgia del escalofrío, un ritual que invoca los miedos más oscuros que llevamos dentro y que al terminarlo te deja esa sonrisa curva como una cuchara oxidada. Ese ansia de seguir leyendo y pasar a la siguiente historia, tan bella que quieres desgarrar las palabras hasta los huesos. No importa la sangre, uno quiere seguir cazando los monstruos que hay dentro, aunque hacerlo suponga que uno se convierta o descubra que en el fondo llevamos dentro uno más terrible. Descubrir que vivimos en un imperio de monstruos es fascinante, y saber que más pronto que tarde hay uno más grande que tú, pertubador.
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Nadia es un tsunami de horror cósmico y cotidiano que te arranca el corazón y te lo sirve en bandeja, haciendo que esos 7 minutos, que es el tiempo que tarda un alma en llegar a Dios, se hagan efímeros. Porque cada frase es una Verdad, titánica y brutal, y a la Verdad no le interesan los sueños humanos, solo quiere devorarte hasta el tuétano.
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“La única salvación del dolor es la ira”.
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Y esa fuerza narrativa con la que Nadia escribe haci〚 muchísimo tiempo que no la encontraba tan bien reflejada en otros autores. Porque hay una reivindicación constante en este via crucis del terror y la condición humana a la sociedad, al maltrato, a la política, a todos esos demonios que condicionan nuestras vidas… Solo hay que dejar que te coja de la mano y te gui〞. Morir y resucitar en cada relato. Comerse una bala o sentir como te desangras en el camino por esas selvas es algo que no tiene precio.
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Ella dijo Destruye. Yo os digo leedla y amadla.