La jaula del rey

Está aterrado.
Esto me hace feliz durante un segundo. Y entonces recuerdo: los monstruos son más peligrosos cuando están asustados.

-Sé que es sólo un sueño, Mare. La ventana que teníamos, por pequeña que fuera, ya desapareció.
-Fue culpa tuya.
-Sí - y repite más bajo, admitiéndolo - , sí.

Está herido, su cuerpo es un desastre y su mente una ruina, tiene el porte de un rey.

-No estás solo - la esperanza en sus ojos cala hondo - Tienes tu corona.

-Conocedora de lo que sabes ahora... ¿volverías? ¿Elegirías esa misma viva, el alistamiento, tu pueblo fangoso, tu familia, el muchacho del río?

Y por más que me den ganas de gritar, sé que no debo hacerlo. La voz de Maven siempre será más fuerte que la mía.

La oigo susurar -: Cuando entras, imploras salir; cuando sales, ruegas no regresar jamás.
Aunque nadie me escucha, yo también suplico.

Bailo a las órdenes de Maven. Él respeta nuestro acuerdo mientras yo haga lo mismo. Después de todo, es un hombre palabra.

La corona está en su corazón, y los corazones no cambian.

El tiempo no siempre sana las heridas, a veces las agrava.