Orgullo y prejuicio

No hay nada peor que los prejuicios. Como los que tenía yo con los clásicos y, especialmente, con este. Pensaba que iba a ser un tostón, denso y aburrido, con una redacción demasiado rebuscada e insufrible. Pero ¡sorpresa! Estaba totalmente equivocada.

Conocer a la familia Bennet y a todos los personajes que se van cruzando en su camino ha sido maravilloso.

Estamos ante un libro que no resulta nada denso, con un vocabulario nada rebuscado y fácil de leer, aunque supongo que depende mucho de la traducción de cada edición.

Como siempre me pasa hasta que entro en contexto, al principio me repateaba mucho la actitud de “objetivo vital: encontrar marido”. Pero una vez te sitúas temporalmente, entiendes que es todo parte del código de costumbres de la época, del que precisamente intentan escapar algunos de los personajes. de hecho, veo en muchos de ellos una crítica a la sociedad de la época que Austen refleja con personalidades de lo más esperpénticas.

El mayor atractivo de la novela, es sin duda la relación entre Lizzy y Darcy. Con sus desavenencias, sus tropiezos, sus errores… me encanta que Austen desterrase el tópico de amor a primera vista en esta relación, aunque sí se refleja en la novela a través de otros personajes.

Tengo que confesar que el único personaje que me ha caído realmente bien es Darcy, los demás eran bastante incoherentes, pero con sus razones (que a mí me parecieron bastante pobres).