Si este hombre no tuviera doce mil al año, sería muy estúpido.
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Si este hombre no tuviera doce mil al año, sería muy estúpido.
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Aunque reúna todas las perfecciones del mundo, creo que no debería darse por sentado que un hombre tiene que ser aceptado por todas las mujeres que a él se le ocurra querer.
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Fanny era inteligente, tenía una gran facilidad de comprensión y buen discernimiento, junto con una gran afición a la lectura.
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Aunque reúna todas las perfecciones del mundo, creo que no debería darse por sentado que un hombre tiene que ser aceptado por todas las mujeres que a él se le ocurra querer.
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No buscamos en las grandes ciudades el mejor ejemplo de la moralidad. No es allí donde las gentes de cualquier condición poseen más probabilidades de obrar bien y, en efecto, no es allí donde más pueda acusarse la influencia de la Iglesia.
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Ella no podía discernir los errores de un economista, pero sentía lo injurioso que era para la belleza que Mrs. Grant se hubiese situado tan bien en la vida sin ser bella.
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Yo hubiera creído que toda mujer tenía que admitir la posibilidad de que un hombre no fuese aceptado, no fuese amado por otra mujer, por una al menos, por agradable que él sea para las demás. Aunque reúna todas las perfecciones del mundo, creo que no debería darse por sentado que un hombre tiene que ser aceptado por todas las mujeres que a él se le ocurra querer.
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—¿Piensa usted ser muy rica? —dijo Edmund, con expresión que, a los ojos de Fanny, tenía muy grave significado. —Por supuesto. ¿Usted no? ¿No queremos serlo todos? —Yo no puedo pretender algo que está tan fuera de mi alcance. La señorita Crawford puede escoger su grado de riqueza. No tiene más que señalar los miles que quiere al año, y no cabe la menor duda de que le llegarán. Mi intención es sólo no ser pobre. |
—Y además, la señorita Bertram está prometida. Recuérdalo, hermano. Ella ya ha hecho su elección. —Sí, y por eso me gusta más. Una mujer prometida es siempre más atractiva que la que no lo está. Se siente satisfecha consigo misma. Ya no tiene preocupaciones, y piensa que puede ejercer sin recelo todos sus poderes d agradar. Todo está a salvo en una mujer prometida; no puede hacer ningún daño. |
... las relaciones entre las dos familias continuaron sin restricción, y el único intento de guardar discreción consistió en que la señora Norris, al hablar del asunto en todas partes, lo hacía como de algo que no se debía comentar de momento.
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Jane Austen (16 de diciembre de 1775-18 de julio de 1817) fue una novelista británica que vivió durante la