Emma

El bien me lo hice a mí mismo al convertirla a usted en el objeto de mis pensamientos más afectuosos. No podía pensar en usted sin mimarla, con defectos y todo; y a fuerza de encariñarme con tantos errores creo que he estado enamorado de usted por lo menos desde que tenía trece años.

la señora Elton , con toda su maquinaria de felicidad

Esta es una alianza, Harriet, de la que nunca tendremos que avergonzarnos ninguna de las dos.

Para Emma lo más oportuno fue no responder directamente a esa afirmación

No tenía superioridad entonces. Si la tiene ahora, usted se la ha dado.

La mitad del mundo no puede comprender los placeres de la otra mitad.

Las tonterías dejan de serlo cuando son realizadas de forma atrevida por gente con sensibilidad.

"Si de algo me conozco,Harriet,puedo asegurar que poseo una mente activa y enérgica,con gran cantidad de recursos; y no veo porqué debería necesitar más ocupaciones a los cuarenta o cincuenta años que a los veintiuno.Las ocupaciones normales de los ojos,las manos y el cerebro de una mujer me estarán abiertas exactamente igual que ahora, o por lo menos con variantes de poco peso"

El primer error y el más grave de todos lo había cometido ella. Era un disparate, una gran equivocación empeñarse en casar a dos personas. Era ir demasiado lejos, hacer algo que no le incumbía, convertir en frívolo algo que debería ser serio, en artificioso lo que debería ser natural. Estaba muy preocupada por todo aquello y sentía vergüenza de sí misma, y decidió no volver nunca más a hacer nada parecido.

- No soy un hombre de muchas palabras, Emma -- siguió diciendo en un tono tan sincero, tan decidido, tan afectuoso, que no podía sino convencer -Si la quisiera menos tal vez podría hablar más . Pero ya sabe cómo soy... De mí solo ha oído la verdad...