Cada uno de nosotros guarda un secreto, pero solo los más afortunados tienen uno que pueda confesarse.
|
Cada uno de nosotros guarda un secreto, pero solo los más afortunados tienen uno que pueda confesarse.
|
De Vincenzi apenas tuvo tiempo para pensar que el tono y el aspecto de Aurigi resultaban espantosos y siniestros, porque el teléfono negro que estaba sobre la mesa sonó tres veces, rabioso e hiriente, como tres gritos desesperados.
|
10 negritos