Después de acabar este libro me sigo haciendo una pregunta que me surgió a mitad de lectura: ¿era realmente necesaria esta continuación? Porque no me ha parecido un cierre satisfactorio para la historia de Gildead, la verdad, y me ha dejado una serie de dudas que me han molestado un poco, ya que lo que esperaba era que se respondieran a muchas de las cuestiones que dejo en el aire “El cuento de la criada”. Y es que lo que buscaba cuando empece este libro era saber cosas de Offred. Y de ella poco se habla. No sabemos como logró realmente escapar de Gilead, como fue su vida entre los dos libros y que trabajos realizo para Mayday, cual era el papel de Nick dentro del entramado de la república, o si realmente Offred llego a encontrarse alguna vez con Luke, su marido. Lo de la parte final siendo las actas de una conferencia histórica, funcionaba genial en el primer libro. Aquí solo crea más preguntas, que, junto a las que no se responden, a mi, por lo menos, me han enervado mucho. Creo que el gran problema de esta novela es que se ha escrito teniendo en cuenta lo que pasa en la archiconocida serie de “El cuento de la criada”. A ver, a mi la serie me encanta, pero la verdad es que me esperaba leer un libro más alejado de ella. Tengo la impresión de que: A) la autora ha escrito esta novela solo para que los guionistas de la serie tengan un poco idea de como seguirla. B) Ha intentado encajar lo que pasa en la serie con lo que tenia en mente que pasará en una segunda parte. Y esto, al menos para mi, a alejado a este segundo libro de la esencia de su predecesor. El final del “Cuento de la criada” puede resultar un poco frustrante, pero a nivel literario era todo un éxito por como dejaba al lector. Esta sensación que dejaba el libro, al estar tan enfocado en lo que pasaba por la mente de Offred y lo que sentía, pero sin dejar de lado como era su vida como Criada, es lo que le falta a “Los testamentos”. Nos encontramos ante un libro más realista y con más acción. de hecho, a veces se tiene la sensación de que estas leyendo una novela de espías. Pero a cambio, no logra conectar con el lector, le falta toda esa profundidad poética y sensibilidad que la perspectiva de Offred regalaba al lector, y que, junto al crudo realismo de la realidad futurista que nos mostraba Atwood, convirtieron a “El cuento de la criada” en una obra imperecedera e impactante. Pero no desesperemos. Todo esto aún podemos encontrarlo en las partes (que por fortuna son las más) que narra Tia Lydia. Es, de lejos el mejor personaje de toda la novela. Se nota que es con el que la autora se siente más identificada y que es con el que más disfruta, se mueve en ella como pez en el agua. Es un personaje contradictorio que despierta en el lector sentimientos encontrados. Por un lado te horrorizas por todo lo que ha hecho, hace o esta dispuesta a hacer y por la falta de empatía que a veces muestra. Pero por otro, la entiendes y sabes que si quería sobrevivir ni le quedaba otra. Nunca te queda claro porque actúa como lo hace y hasta que punto se siente culpable de sus actos, o se mueve por la venganza. Lo que esta claro es que es un personaje muy individualista y humano, que atrae al lector, cuyos textos son los que más se disfrutan. No se le puede coger cariño, exactamente, pero tampoco odio.Su personaje es , de lejos , lo mejor del libro. Las otras dos narradoras del libro quedan más desdibujadas, quizás porque al ser chicas jóvenes la autora no sabe describirlas tan bien y hacer que le lleguen al lector. Es algo que me pareció curioso: cuando escribió “El cuento de la criada” , Atwood era una mujer joven, como Offred, y en “Los testamentos” es una mujer más mayor, como Tia Lydia. Y ambas son excelentes narradoras de sus respectivos libros. Mejores que Agnes y Daisy en esta historia, al menos. Era muy evidente desde el principio que ambas iban a ser las hijas de Offred, pero tampoco creo que la autora se tomara muchas molestias en ocultar esta verdad. Agnes me ha gustado, es un testimonio fantástico para saber como es la vida de las niñas de clase alta de Gilead. Si le falta un poco de vida (que es lo que más le faltaba a su personaje) es perdonable y responde a la manera en que se crió y en lo que vive a lo largo de la novela. En cambio Daisy-Nicole, que es el personaje con el que más se podría identificar uno, es el que peor me cayo. Es verdad que es un excelente contrapunto con respecto a Agnes y a Becka por su carácter y forma de comportarse, pero ya está. Siento que es un personaje muy desaprovechado, que a su historia podría habérsele sacado más jugo de alguna manera. “Los testamentos” es un libro con el que se tenían muchas expectativas por la calidad de su predecesor y la fama que este ha ganado en los últimos años. Y por eso mismo no acaba de convencerme al 100%. Sin ser un mal libro, se aleja tanto del “Cuento de la criada” que no acaba de convencer al lector al que le encanto tanto esta novela. Y también se ha gestado a la sombra de la serie, y eso se nota. Quizás hubiera sido mejor que la autora se centrara más en aquello que quisiera escribir que en tratar de encajar esta segunda parte con el argumento de la serie. Lo cual no quita para que sea un mal libro, desde luego. Se lee bien y te engancha y te mantiene en vilo. Pero no tiene “eso” que hacia especial a “El cuento de la criada” + Leer más |