El asesino ciego

SPANISH REVIEW

“El asesino Ciego” de Margaret Atwood se destaca por su narrativa única que se despliega en tres dimensiones diferentes. Primero, Atwood nos introduce en el presente de Iris Chase, la protagonista, quien recuerda su pasado y la trágica muerte de su hermana Laura. Utilizando una fotografía como catalizador, Iris describe detalladamente a Laura, lo que permite que la narración en primera persona se entrelace con su presente y pasado. Seguidamente, la novela nos lleva a un segundo hilo narrativo ambientado en un mundo de ciencia ficción y aventuras, “El asesino ciego”, atribuido a Laura. Esta historia se sitúa en Sakiel-Norn, una ciudad mítica cuya descripción añade un toque enigmático y poético al relato principal.

La obra se enriquece aún más con la inserción de fragmentos de periódicos y notas periodísticas que anticipan eventos futuros, creando una sensación de prolepsis. Iris, apoyándose en los relatos de su criada Reenie, reconstruye su pasado de manera fragmentada y postmoderna, reflejando la complejidad de este proceso. Este enfoque narrativo y estilístico aporta una profundidad a los personajes, transformando el tiempo en un elemento esencial que enriquece la trama y lleva a reflexiones sobre la nostalgia y el remordimiento, mostrando cómo nuestras decisiones pasadas y nuestras percepciones actuales pueden divergir.

Finalmente, la novela plantea cuestiones profundas sobre cómo abordamos nuestro pasado y el de los demás, especialmente cuando esto resulta incómodo o doloroso. La curiosidad impulsa a Iris, y por ende al lector, a desentrañar el pasado, enfatizando la preferencia de Atwood por el conocimiento sobre la ignorancia, a pesar de las posibles dificultades que esto conlleve. Esta exploración del pasado se convierte en un viaje emocional y narrativo, donde entender a los fallecidos y enfrentar sus legados se revela como una labor ardua pero indispensable. En resumen, “El asesino Ciego” es una obra maestra por su compleja estructura y su profunda exploración del tiempo, la memoria y la identidad.



ENGLISH REVIEW

“El asesino Ciego” by Margaret Atwood stands out for its unique narrative that unfolds in three different dimensions. First, Atwood introduces us to the present of Iris Chase, the protagonist, who remembers her past and the tragic death of her sister Laura. Using a photograph as a catalyst, Iris describes Laura in detail, allowing the first-person narration to intertwine with her present and past. Subsequently, the novel takes us to a second narrative thread set in a world of science fiction and adventure, “El asesino ciego,” attributed to Laura. This story is set in Sakiel-Norn, a mythical city whose description adds an enigmatic and poetic touch to the main story.

The work is further enriched with the insertion of newspaper clippings and journalistic notes that anticipate future events, creating a sense of prolepsis. Iris, relying on the stories of her maid Reenie, reconstructs her past in a fragmented and postmodern manner, reflecting the complexity of this process. This narrative and stylistic approach adds depth to the characters, transforming time into an essential element that enriches the plot and leads to reflections on nostalgia and remorse, showing how our past decisions and current perceptions can diverge.

Finally, the novel raises profound questions about how we approach our own past and that of others, especially when this is uncomfortable or painful. Curiosity drives Iris, and therefore the reader, to unravel the past, emphasizing Atwood's preference for knowledge over ignorance, despite the possible difficulties this may entail. This exploration of the past becomes an emotional and narrative journey, where understanding the deceased and confronting their legacies is revealed as a hard but indispensable task. In summary, “El asesino Ciego” is a masterpiece for its complex structure and its deep exploration of time, memory, and identity.


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“En el Paraíso no hay historias, porque no hay viajes. Es la pérdida, el arrepentimiento, el sufrimiento y el anhelo lo que empuja la historia hacia adelante por su retorcido camino.”

Toda buena novela parte de un dolor, y Iris, protagonista y narradora de estas historias (hay tres novelas que se entrelazan), no anda escasa de ellos: más allá de los dolores físicos normales en una anciana de más de ochenta años, Iris arrastra una pesada carga de arrepentimiento y culpa por un pasado inamovible y trágico.
“Hay personas que son incapaces de decir dónde les duele. No pueden calmarse. Ni siguiera pueden dejar de berrear.”

Iris no es de esas personas, sabe perfectamente lo que le duele y por qué, y tampoco es mujer inclinada a berrear sus dolencias. Solo ahora, cuando ve cercano su final, es que decide escribir su historia, aunque eso no pueda calmarla.

“Como mínimo, queremos un testigo. No soportamos la idea de que nuestras voces se callen para siempre, como una radio que se apaga.”

El testigo elegido es su nieta, con la que no ha mantenido buenas relaciones, como tampoco las mantuvo con su hija, un poco por cobardía, un poco porque los lobos se lo impidieron.

“Todas las historias tratan sobre lobos. Me refiero a las que vale la pena repetir, claro. Todo lo demás es pura tontería.”

Este escaso trato con su hija y su nieta es uno de sus grandes dolores. Su hermana, Laura, muerta en un accidente de coche sospechoso de ser un acto de suicidio, es el otro, un dolor que arrastrará tras de sí los recuerdos de la vida de su familia con los que Iris compone la novela más extensa de las tres que aquí se entremezclan.

“Sólo se puede escribir la verdad si se da por sentado que lo que se escribe nunca será leído, que no lo leerá nadie más, ni siquiera uno mismo en fecha posterior. de otro modo, justificarse es inevitable.”

La segunda de las novelas es una especie de diario que escribe Iris sobre su situación actual en un mundo que ya no es el suyo, con gente a la que ya no entiende bien, y de su relación con un cuerpo que ya no le responde y con un pasado que no la deja en paz. Entre esas dos novelas se intercala otra, “El asesino ciego”, una novela sobre un amor clandestino en citas que los amantes mantienen en camas diversas y en las que él le cuenta a ella historias de otra dimensión, relatos sobre mundos con cinco lunas y tres soles, con mujeres muertas, vírgenes sacrificadas, lobos y hombres lagartos, niños convertidos en asesinos ciegos, una novela firmada por su hermana Laura, publicada póstumamente, que convirtió a su autora en mártir y a su tumba en objeto de peregrinación… y origen de una venganza.

“… al final vuelve. No sirve de nada resistirse. Va a él en busca de amnesia, de inconsciencia. Se entrega, queda borrada: entra en la oscuridad de su propio cuerpo, olvida su nombre. Lo que quiere es la inmolación, por breve que sea. Existir sin límites.”

En fin, una notable (no redonda) novela rompecabezas en el que algo hay de metaliteratura, mucho de misterio que aguanta hasta las páginas finales y más allá de ellas, pero en la que sobresale la dolorosa denuncia de la situación que ocupaban las mujeres en la sociedad de la primera mitad del siglo pasado. No cualquier mujer, las dos hermanas de la novela pertenecen a una rica familia, lo que no impidió que una se sacrificara por su padre cuando las cosas vinieron mal dadas con un matrimonio forzado y que la otra fuera internada en un hospital psiquiátrico por su rebeldía. Una por su dependencia, por su incapacidad para coger las riendas de su vida, y la otra por justo lo contrario acabaron siendo víctimas de un sistema al que le cuesta mucho cambiar incluso en nuestros días.

“En aquel tiempo los hombres tenían necesidades, muchas necesidades; vivían sepultadas en los oscuros rincones y grietas del alma y, de vez en cuando, se agolpaban y salían como una plaga de ratas. Eran tan astutas y fuertes que, ¿cómo pretender que un hombre venciese de verdad en su lucha contra ellas?”

Aunque la historia acerca de la vida de Iris y la intriga por saber quién es la verdadera protagonista de la relación ilícita que se va desarrollando a lo largo de la novela consiguieron engancharme, considero que este libro de Atwood carece de un ritmo ameno, sobre todo hacia la mitad del mismo. A veces, algunos pasajes resultan confusos, y creo que la autora no logra hacer una diferenciación lo suficientemente clara entre algunas escenas. A pesar de que su objetivo es despistar al lector, no acaba de hacerlo de una manera satisfactoria, lo que puede desencadenar en algo de pérdida de interés hacia la trama principal, como me pasó a mí en algunos momentos de la lectura. Mientras que el libro comienza muy bien, llega un momento en el cual empieza a decaer su calidad, con el resultado de que, posiblemente, ha sido el título que menos me ha gustado de la obra de Atwood.
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Magnífica novela escrita por la canadiense Margaret Atwood, publicada en el año 2000 y ganadora de los Premios Booker 2000 y Hammet 2001.
No obstante, algunos la consideran decepcionante porque no es capaz de mantener de forma constante la intriga y el misterio, desvelando antes de tiempo algunas piezas del rompecabezas que la componen pero, ¿acaso es una buena intriga o un buen misterio lo que da realmente valor a una novela que lo que pretende, más allá de la complejidad de su trama y de su elevado número de páginas, es poner el foco en la opresión sufrida por sus personajes femeninos a manos de un creciente patriarcado devorador?
La historia, contextualizada a principios del siglo XX gira en torno a una familia adinerada que va perdiendo progresivamente su poder económico y a la relación entre dos hermanas que intentan seguir dos caminos diferentes para lograr su...

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