Cada vez que leo un libro de Isaac Asimov recuerdo porque soy tan fan de él y de la ciencia ficción, no sé, tal vez no soy nada objetiva, pero lo cierto es que he disfrutado tremendamente de este libro. Aunque este libro está hecho de relatos, es importante aclarar que el libro lleva la misma línea argumental, todas historias contadas por Susan Calvin una psicóloga robótica que relata estás historias sobresalientes de robots. Todas las historias además tienen en común la manera en que funcionan las tres leyes Robóticas, es decir, el trabajo de Susan es, si analizar psicológicamente a los robots, pero también que siempre se cumplen estas leyes en independencia de los problemas de identidad o de cualquier otro tipo que tengan los robots Toda la parte que imprime Asimov sobre la ética relacionada con el tema de los robots es fascinante. ¿Cuándo dotas a alguien de tanta inteligencia, esa misma inteligencia te otorga identidad?, es una buena pregunta, robot o no, ni todos los seres humos somos inteligentes, ni todos tenemos ética. Sin embargo, temas como la esclavitud, la religión, el amor propio, el apego a otros y otros temas son presentados aquí, porque habría que ponernos a pensar en los seres humanos en contraposición a lo que nos cuenta Asimov, en uno de los últimos relatos, el del senador, creo que es donde mas podemos entender que diferencia realmente existe y como tenemos los seres humanos la tendencia a rechazar lo que no conocemos Me encanta como presenta a estos robots con sus problemas de identidad, sus problemas filosóficos, existenciales hasta incluso poderes sobrenaturales, por cierto, Herber, el Robot que puede leer la mente, me encantó, me dio tanta ternura. Es un libro que he disfrutado tremendamente, por cierto, muchas personas creen que este libro es en el que se basa la película de Will Smith, por el título, claro, pero no, el libro en el que se basa esa película es el de bóvedas de acero, así que, si están buscando el libro de la peli, no es este. Mientras tanto lo recomiendo mucho, me ha encantado, como todo lo de Isaac Asimov |