Si habéis leído ‘El último catón' podréis imaginaros Sakura pero en vez de estar ubicado en Perú, las aventuras transcurren en Tokio. En vezde buscar unos resquicios de una antigua civilización, intentan encontrar una pintura de Vangogh, con un intento de sorpresa final. Muy decepcionada con el libro y con la autora. |