Sakura

Personalmente, siempre me han encantado este tipo de historias en las que los protagonistas deben resolver pruebas sin parar que, en este caso, están muy relacionadas con el mundo del arte, la pintura y van Gogh y sus referentes pictóricos. Disfruto mucho leyendo cómo los personajes se exprimen para dar con la solución a los enigmas e intentan evitar las peligrosas trampas que se desencadenan si no aciertan o si tardan demasiado. En esta ocasión, la acción transcurre en distintos escenarios como los subterráneos de París, un prostíbulo de Japón, un cementerio de este país, etc. y el ritmo de la narración no decae en ningún momento. Así, con una lectura ágil y entretenida, el lector acaba topándose con un final que esconde una gran e inesperada sorpresa, aunque muy al estilo de Matilde Asensi (cuando lo leas lo comprenderás).
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