La huida

Antes de nada, quiero agradecer a la autora, Silvia Arru, por el envío del ejemplar en físico.

Dicho esto, comienzo diciendo que La huida, se ha convertido en uno de los mejores libros que he leído hasta hoy.

No es por hacer la pelota ni exagerar las cosas, sino que, tanto la pluma como la historia que Silvia nos cuenta es maravillosa y debemos de leerlo todxs una vez en la vida, y más aún, debemos de llevarlo al ámbito educativo.

Nos encontramos ante la vida de una chica huérfana, Elvira. Comienza a vivir en un orfanato con sus monjas-madres. La historia avanza de presente a pasado, es decir, la autora nos relata la vida de una chica que llega sin nada, sin padres y sin familia. del pasado, pasa al presente, vemos a una nueva Elvira. Que huye, que protege su vida y la de su hijo, Dani, de dieciséis años.

La vida de la pequeña Elvira es tranquila, comparte techo con otros niños huérfanos y estudia. Poco a poco, esa niña se convierte en una mujer y sus monjas-madres le buscan un trabajo en un bar y un piso que comparte con dos compañeras que se convierten en sus amigas: Ana y María.

El libro se constituye de capítulos titulados: Antes y A Guarda. A Guarda es el lugar donde Elvira pone rumbo tras abandonar a su marido, Jorge. También vemos algún que otro capítulo en el que habla su marido, Jorge, en estas páginas vemos como la furia se apodera de este “ser”.

Una noche, Ana, María y Elvira deciden salir a tomar una copa, es ahí donde Elvira conoce a Jorge. La primera impresión que me dio fue de desconfianza, no me hacía presagiar nada bueno. Y si la primera impresión del lector hacia un personaje no es buena, rara vez cambiará su percepción sobre este.

Jorge, el marido y el maltratado de Elvira tiene treinta y siete años cuando conoce a una joven Elvira. Trabaja en una empresa en la que gana mucho dinero viajando, cerrando acuerdos y obteniendo mucho dinero. le promete a Elvira la luna y las estrellas, la joven le cree. Y cuando comienza a salir, una noche, Jorge obliga a Elvira a mantener relaciones sexuales con ella. Y digo obliga porque tras tomar varias copas de vino ésta no se encuentra bien, está mareada. Es así, como Jorge deja embaraza a Elvira.

Tras contárselo a este, el “hombre” le pide que se case con ella y que de el paso y se vaya a vivir con ella. Elvira acepta. Y es así como comienza la peor pesadilla de una mujer que es agredida día si y día también. Cabe destacar que ni sus amigas ni sus monjas-madre le gusta el chico para Elvira. Sus amigas intentan convencerla que no se case con él, ya que ésta no está segura de lo que siente por él.

Anteriormente, he citado al personaje agresor con comillas. Pues bien, para mí, un hombre no es aquel que te obliga hacer algo que no quieres, ni te agrede, insulta, golpea, amenaza y maltrata ni a nivel físico, ni a nivel psicológico. Creo que basta ya, ¿no?

Cuando comencé el libro, pensé que habría partes duras, no he llorado porque depende de mi estado de ánimo, pero sí os confieso que he sentido IMPOTENCIA y ASCO.

No concibo un matrimonio, una pareja, una relación, una amistad, sin amor, confianza y RESPETO.

Pero parece que aún seguimos chapados a la antigua donde vivimos en un patriarcado. Pues no, señores, se acabó vuestro patriarcado, ahora comienza nuestra lucha, nuestro matriarcado, el feminismo, que lucha por nuestros derechos sin violencia, sin amenazas y sin insultos.

Todos los días o casi todos los días, vemos en los medios de comunicación un nuevo caso de violencia de género. ¿Por qué? ¿Por qué tenemos que aguantar esto? ¿Es la “educación” que te han dado? ¿Es un hombre el que le educó? ¿Le falta amor o sabe lo que es? Jamás sabréis lo que es eso, vivís con la superioridad hacia la mujer, y eso, me da asco.

Cuando matan, agreden o violan, saben lo que hacen, ¿cierto? Entonces, ¿por qué lo hacéis?

Me indigno de tal manera, que ni yo misma puedo contestar a todas estas preguntas.

La portada, expresa lo que vamos a encontrar en la historia. Una mujer que vive en una cárcel, privada de libertad de expresión, de poder decidir lo que quiere. Cuando tuvo a su hijo Dani, le dijo a Jorge que quería retomar su trabajo, pues trabajaba en una cafetería junto con la dueña, Luisa. Su maltratador cortó la conversación diciendo que estaba cansado y quería cenar.

Me llama especial atención que Luisa intenta convencer a Elvira para que denuncie a su maltratador. Pero por miedo no lo hace. Grave error. Fue tan grave la paliza que le dio ese “hombre” y padre de su hijo que fue su hijo quien le dijo “mamá, vámonos de aquí.”

Tras esta frase, Elvira despierta, y deciden poner rumbo a un pueblo de Galicia, A Guarda. Aquí comienzan una nueva vida, donde hay playa, monte, lluvia, aire, sol, LIBERTAD.

De un pequeño pueblo del que me he quedado prendada. Tras huir, Elvira se compra un ordenador y retoma su hobbie, escribir. Escribe, mayoritariamente, cuentos infantiles, donde no hay monstruos ni personajes malos. Cuando Elvira se marchó del orfanato, con su pequeño sueldo se compró un ordenador y todos los martes que libraba, encuadernaba los cuentos y se los entregaba a sus monjas-madres, con un gran cargamento de chuches para esos niños y niñas.

La pluma de Silvia es realmente conmovedora, reflexiva y elegante. Cargada de detalles y con un toque de coraje que hace que sepas, que, si sabes de algún caso, que denuncies. Levanta el teléfono y LLAMA al 016.

Tras retomar su hobbie, la vida de Elvira solo puede ir a mejor. Así que se hace amiga de su vecina, Anduriña. Conoce al director del colegio en el que Dani cursa primero de bachillerato, Breixo.

Breixo, el director, le propone a Elvira un trabajo en una librería, ya que, su hermana, Clara, está embarazada.

Deberíamos de leer este libro una vez en nuestra vida, no todo son series, películas o libros de amor.

Quiero decir, que, el amor no duele. Y si duele, no es amor.

Elvira le confiesa a Breixo su pasado, todo lo que deja atrás al mudarse a Galicia. Sus amigas, su orfanato y casa y sus monjas-madres. le confiesa que alguna ha llamado al 016, pero que no lograba articular palabra, solo lloraba, incapaz de hablar.

Si sufres violencia de género, DENUNCIA. Tarde o temprano las leyes se endurecerán y todo esto acabará.

Quiero terminar este post, dedicándoselo a todas aquellas víctimas, si algún día lees esto, no te quede callada y denuncia, tarde o temprano todo se solucionará.

Solo tenemos que tener paciencia y luchar y que nadie nos frene. Por muy difícil que sea, hay que denunciar. Siempre. Sé que es un tema muy delicado, pero solo nosotras somo dueñas de nuestra vida, de nuestro cuerpo, de nuestras decisiones. al primer insulto, al primer empujón, córtalo y no lo dejes pasar, pues todo lo que venga después será rápido y no te darás cuenta en el punto en el que estás.

Las palizas y los golpes son el resultado de dejar pasar los primeros indicios. Sé más fuerte y lista que él.

Recuerda que nosotras somos la manada y que nadie, podría con nosotras.

Para concluir este post, quiero dar las gracias de nuevo a la autora, Silvia Arru por escribir esta historia tan maravillosa, para concienciarnos del gran problema que no logrará destruirnos. Muchas gracias, Silvia.

Por todo, por confiar en mí y permitirme conocer a una Elvira fuerte, que no se rinde, que luchará siempre, y por ser más fuerte que su maltratador. Mil gracias y no dejes de escribir nunca.
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