Tenemos la impresión de que podemos hacer lo que nos da la gana, pero en definitiva, a lo largo de nuestra vida, hacemos aquello que estamos destinados irremediablemente a hacer. Por nuestro carácter, nuestros genes, nuestras capacidades y la clase social en la que nos toca nacer, estamos condicionados de tal manera, que no podemos hacer otra cosa más que constatar aquello para lo que hemos sido construidos. Como auténticas máquinas.
|