Duro. Esa es la palabra que más le pega a este libro. Sin caer en exageraciones ni en sadimos, es directo, rudo, crudo. Las historias paralelas las maneja magistralmente, no te pierdes en ningún momento. Tiene muchas frases impactantes, muchos pensamientos para reflexionar, muchas historias que recordar. Me encanta la manera en que trae relatos, datos históricos, filosóficos, bíblicos, todos tan bien enlazados en la historia que no puedes más que aplaudir al autor. Mi puntuación por lo extenso del libro. A pesar de que es muy bueno me pareció muy repetitivo en muchos momentos. del resto está genial
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