Hombre muerto en una zanja

No entraré en muchos detalles de la trama para no hacer spoilers de la primera parte. Pero os cuento que, en esta ocasión, volvemos a acompañar a Fetch Phillips durante la investigación de un caso, un asesinato para ser más exactos.

Veremos a un Fetch confuso, en una especie de crisis de fe/identidad, que se plantea lo que está haciendo con su vida y si sirve para algo. La aparición de un personaje en particular hará que le acompañemos por un camino tortuoso.

Continuamos en un mundo fantástico que ha perdido la magia, decadente, con una población estancada en tiempos mejores y que busca la manera de seguir adelante. Y esto se entremezcla con la trama de investigación, que mantiene una gran intriga y que me ha parecido más intensa que la que se lleva a cabo en el primer libro.

He disfrutado tanto como con el primero, sino más, porque éste va más al grano. En el primero teníamos bastantes párrafos y flashbacks que servían a modo de contextualización del mundo, pero aquí ya contamos con ese contexto, así que se centra más en la acción y en los dilemas de los personajes.

Ha habido momentos donde el carismático Fetch me arrancaba una sonrisa y otros en los que podías sentir su dolor. Es una historia con altibajos emocionales; me ha dado la sensación de que la trama ofrecía esperanzas y las quitaba, dejándome en un estado de incertidumbre e intriga que me ha conducido a un final que abre la puerta a un tercer libro, en el que creo que encontraremos a un protagonista más decidido y con una meta clara.

En general, una segunda parte a la altura de la primera, donde encontramos acción, aventura, misterio y una investigación que nos dejará la boca abierta.