Lisistrata

"¡Oh sexo disoluto! ¡Y luego nos admiraremos de ser maltratadas en tragedias! Sólo servimos para el amor"

Esta comedia definitivamente es una de las que menos risa me ha causado de Aristófanes, sobre todo porque a mi parecer no tiene tanta, ni las situaciones y parlamentos son tan desubicados como de costumbre, aparte que las bromas creo yo están fundadas en palabras bastante subidas de tono que no me hicieron tanta gracia. El tema sin embargo conmueve un poco pues sabiendo el resultado que tuvo la guerra del Peloponeso y el argumento de la obra llama un poco a la reflexión.
La historia empieza con el llamamiento que hace Lisístrata a las mujeres, ella es una heroína en toda regla, quien harta de la Guerra Civil en Grecia entre Atenas y Esparta, decide reunirlas para lograr con ellas que los hombres hagan la paz. Su plan es privar a los hombres de tener sexo con ellas. al hacerlo muchas mujeres inicialmente impetuosas (cansadas también de verse privadas de sus maridos o a veces muertos) posteriormente van decayendo por sus propias "ansias". Entre ellas se encuentran Calónice, Mírrina y otras más.
Todo este alboroto llamará la atención a los ancianos y a otros magistrados quienes al inicio indignados y despreciándolas luego se dan cuenta que serán un hueso duro de roer.
Como menciono el final demasiado idílico contrasta con la dura realidad que pasó la ciudad de Atenas lo que me llama a compasión.

"Nosotras tenemos doble parte (en la guerra), pues primero parimos los hijos y los enviamos al ejército. Después, en vez de gozar en la flor de nuestra juventud de los placeres del amor, estamos como viudas, gracias a la guerra"