Se trata de las memorias del autor, Reinaldo Arenas, escritas tras dejar su país natal y acabadas pocos días de acabar con su vida. El libro empieza presentándonos su niñez en un pequeño pueblo cubano, dentro de una familia humilde y numerosa, compuesta mayoritariamente por mujeres (su abuela, su madre, sus tías y primas). No escatima en descripciones de su entorno, y de cómo fue su despertar sexual. Por deseos del destino, le tocó vivir la revolución cubana en sus años de juventud. El ímpetu de la edad, y los aires de cambio que esta prometía, le llevó a participar en la misma. Su traslado a la capital, le permitió acceder a la literatura, y conocer a personalidades de la cultura cubana de esos años, hasta acabar trabajando en la biblioteca nacional. En la Habana también entro en contacto con el mundo homosexual de la ciudad, y con la libertad que se vivía en los primeros momentos tras la revolución. Esta libertad, se terminó al poco tiempo, y conllevó que toda la comunidad fuera perseguida por el régimen, y sus componentes torturados, encarcelados y, en algunos casos, asesinados. Reinaldo nos relata sus experiencias: cómo tuvo que ocultarse y huir en numerosas ocasiones. Cómo fue delatado por personas cercanas a ellas, cómo fue perseguido y vigilado, y finalmente, encarcelado. Contra más libros eran publicados en el exterior, y más valorada era su obra, más cruel era la represión que sufría por parte del régimen. Finalmente, pudo huir de forma clandestina de Cuba, para acabar viviendo en Miami, y posteriormente, en Nueva York. Me ha parecido un libro muy revelador de la realidad de la isla caribeña, y de los entresijos de cómo funciona el régimen en el poder. |