Tres comedias de miedo: Panic; No perdáis este tren; Bagdad ciudad del miedo

Tres obras en las que la dimensión política del miedo acapara el protagonismo. Tres piezas en versiones definitivas, que han sido revisadas por sus autores para la edición. Cátedra reúne en un volumen un trío de textos dramáticos con el temor (y el temblor) como denominador común, que conforma un interesante muestrario representativo de la dramaturgia española actual.
Alfonso (Rodríguez) Vallejo (Santander, 1943) es un francotirador teatral por su condición de no adscrito, algo que le ha costado no publicar ni estrenar en los grandes circuitos teatrales. En este volumen se recupera Panic, una pieza grotesca de un viaje alucinado por los últimos momentos de un hombre muerto en vida, prisionero del miedo. La duplicidad de estados de conciencia, la indagación psicológica y la exploración conductual son constantes, como afirma su protagonista Rex, “se trata de una regresión humana plena o simplemente de un despiste transitorio temporal. […] Yo soy éste… y también soy yo. Un espíritu y una realidad”.
Luis Araújo (Madrid, 1956) es un polifacético hombre de teatro, creador de una obra caracterizada por su compromiso existencial y por la conjugación de emoción intelectual e inteligencia emocional. En No perdáis este tren, basada en la novela La madre de Máximo Gorki y dedicada a los movimientos del 15-M, se representa el miedo de una madre a perder a su hijo, a no difundir la verdad que lleva una y otra vez a su hijo a prisión, una verdad que es lo único que le queda de su hijo. La acción dramática transcurre en una estación, donde la protagonista Pelagia nos cuenta, por medio de un monólogo, su vida desgraciada y su lucha por mantener vivo el espíritu de su hijo Pavel, aunque sea en forma de pasquín.
César López Llera (Madrid, 1963), profesor, prolífico articulista, es autor de un teatro documental que no ha tenido la suerte de subir a los escenarios, a pesar de los numerosos galardones recibidos. Bagdad, ciudad del miedo (tragedia preventiva) fue escrita entre abril y junio de 2008 y mereció el Lope de Vega en 2009. Editada anteriormente en Artezblai, su autor la ha considerado como uno de sus mejores textos. Esta pieza, dividida en doce cuadros y ambientada en la guerra de Irak que supuso el fin de Sadam Husein, muestra el miedo a la incertidumbre del mañana entre tanta violencia fanática descontrolada. “Bagdad, la ciudad de la paz donde todos profesamos de diablos para que crezca el miedo”. Un miedo global que atenaza a todos, incluso al lector.