Patria

Después de leer Patria de Fernando Aramburu, en el que se narra la vida de dos familias vascas en la época del conflicto armado de ETA, tengo claro que nunca antepondría mis ideales políticos a la amistad.

Una de las cosas que me ha gustado por encima de las demás quizá ha sido la idea de narrar el conflicto desde varios puntos de vista, sin centrarse únicamente en víctima y verdugo sino dando un lugar a cada miembro de cada familia, sin posicionarse demasiado abiertamente (aunque es cierto que se nota una ligera diferencia en el comportamiento, la educación, la personalidad y el estatus de una y otra familia) y dejando que sea el lector el que juzgue cada parte.

A pesar de ser una novela extensa me ha resultado incluso corta; aunque en los primeros capítulos me costó coger el hilo y situar a cada uno en su lugar, una vez ubicado cada personaje me mantuvo enganchada hasta el final, deseando terminar un capítulo para iniciar el siguiente.

Como punto negativo quizá destacaría, no el final en sí, que me pareció muy simbólico y bonito, sino la forma de contarlo, para mi gusto le faltó algo de “punch” para rematar una novela tan intensa y que trata un tema tan delicado.

Otra cosa que me ha llamado la atención es la capacidad del autor para tratar de una forma tan natural un tema tan doloroso; antes de leerlo pensaba que me iba a resultar una lectura desagradable o que me iba a hacer sufrir más intensamente, y sin embargo, aunque queda patente la repercusión del conflicto y lo que supuso, debo decir que no es una lectura que pueda considerarse “dura”.

La verdad es que me alegro mucho de haberme animado a leerla m, ha cumplido las expectativas y me ha enganchado como hacía tiempo que no me enganchaba una novela.