¿De qué estás cansado?— pregunta Stella. Lo pienso un momento. Es difícil ponerlo en palabras. Los gorilas no acostumbramos a quejarnos. Más bien somos soñadores, poetas, filósofos, maestros en el arte de la siesta, pero no en el de la quejas. |
¿De qué estás cansado?— pregunta Stella. Lo pienso un momento. Es difícil ponerlo en palabras. Los gorilas no acostumbramos a quejarnos. Más bien somos soñadores, poetas, filósofos, maestros en el arte de la siesta, pero no en el de la quejas. |
Durante un tiempo, cuando era joven e ingenuo, pensé que era el último gorila de la tierra.
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Ahora mismo daría todas las patas recubiertas de yogurt del mundo por tener un corazón de hielo.
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El corazón de los gorilas está hecho de hielo, Ivan— dijo, con los ojos brillantes— El de los elefantes de fuego.
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El vidrio dice que ellos son una cosa y nosotros otra, y así es como será siempre.
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¿Qué objetousaron como traslador en el Mundial de Quidditch?