Ha sido en general mejor que el primero, especialmente la última historia. Las dos historias en las que aparece Akako no estuvieron mal, pero fueron bastante más infantiles. Lo mejor, el robot tan adorable que le hace la vida imposible a Kaito. Hasta llora (el robot, no Kaito) cuando lo amenazan. Como punto algo más negativo es que en este tomo no sale en ningún momento parte de la trama general que, según las sinopsis, es la búsqueda de Kaito de los asesinos de su padre.
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