La guarida de las Lechuzas

Estoy contento porque al haber leído La Guarida de las lechuzas de Antonio Ramos Revilla confirmo que en México tenemos literatura infantil y juvenil de alta calidad, en nuestro país existen excelentes autores para estos públicos y de verdad creo que Antonio Ramos es uno de ellos, si bien este es el primer y único libro que he leído de él me fue suficiente para entender que sí logró capturar y transmitir de forma tan fiel el sentir y el vivir de un adolescente durante sus años de secundaria entonces es un buen escritor.

Este es un libro que habla de la adolescencia, de la necesidad de definirnos a nosotros mismos mientras crecemos, de cuando nos enfrentamos a ese cambio y dejamos de ser niños, cuando nos sentimos como extraños en nuestro propio cuerpo, cuando luchas por entender lo que sentimos, cuando no entendemos nuestros propios pensamientos, cuando sentimos que se nos presiona para ser o comportarnos de cierta forma, retrata el cómo nos puede llegar a afectar el sentirnos bien recibidos o rechazados por la gente en nuestro entorno, la influenciables que podemos llegar a ser por las buenas o las malas compañías, el aprender a tomar decisiones y más difícil aun, afrontar las consecuencias de esas decisiones.

El libro tiene una inicio impactante, comienza con la narración de un muchacho golpeando a otro, ¿y por qué lo hace? y a partir de ahí empieza a librar una lucha interior por sabes quién es y qué es lo que quiere, por un lado tiene a sus amistades de la infancia, su amigo Ulises y su amiga Sofía, con quienes creció y compartió tantas aventuras y momentos inolvidables, pero por otro lado esta Mireles y la pandilla de las Lechuzas, quienes representan el siguiente paso, el convertirse en hombre, el tomar el control de su futuro y de sus acciones, madurar, ser aceptado y respetado, por lo que decide darle la espalda a sus viejos amigos, e incluso a sus padres cuando lo empiezan a cuestionar sobre sus nuevos "amigos" y sus nuevas actitudes, muestra como el adolescente no entiende el enojo de los padres y sus sermones, y narra cómo se inicia una lucha de poderes buscando su independencia asegurando que el adolescente está en lo correcto y los padres equivocados.

Es esa lucha por encontrar quien es el en realidad lo que lo lleva a entender que el camino que está tomando no es el que lo hace sentir más cómodo ni es el mejor, logra entender que todas las consecuencias negativas que ha tenido que afrontar a causa de sus acciones y que eso incluye perder a sus amigos son una señal de que ha equivocado el camino y busca corregirlo.

Valioso mensaje sin duda este que el libro busca compartir con niños y jóvenes, que el problema no es equivocarse, todos lo hacemos, pero lo valioso y rescatable es darse cuenta del error y corregirlo, empezando por hacerse responsable de las consecuencias cualesquiera que es fueran. Difícil sin duda, tanto que muchos adultos aun no logramos llegar a este punto de madurez, pero que mejor que los adolescentes lo sean mediante la lectura de este bello libro.

La edición es otro acierto, algo a lo que Ediciones El Naranjo ya nos tiene muy acostumbrados, un trabajo muy cuidado con unas ilustraciones a lápiz y en blanco y negro a cargo de Isidro R. Esquivel realmente muy bonitas, un gran complemento para la historia.

No tengo duda de que a partir de este momento formará parte de mi lista de recomendaciones constantes, estoy convencido de que todo aquel niño y adolescente que lo lea logrará quedarse aunque sea con un poco del importante mensaje que contiene, y es cuando la lectura se vuelve aún más valiosa, cuando ayuda a que formemos mejores seres humanos, me parece que este libro es una herramienta muy útil para aquellos padres que en casa empiezan el complicado camino de educar a un adolescente por lo que extiendo mi más amplia recomendación para que lo puedan conseguir y acercarlo a los jovencitos, termina siendo una lectura ágil y rápida por lo que no debe haber mayor complicación para que los muchachos lo puedan leer.
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