Una bruja sin escoba

Este libro es de un género que me gusta bastante: la fantasía urbana; sobre como los seres sobrenaturales conviven con los humanos en el mundo actual.
Hasta ahora, los libros de dicho género que he leído se podrían incluir en la eterna lucha del bien contra el mal, encarnados ambos por diversos seres, unos protegiendo a los humanos de los otros (ángeles contra demonios, brujo o magos blancos contra la magia negra, contra vampiros, cambiantes... incluso vampiros “buenos” contra “malos”, o cualquier otra combinación...); y en muchos de esos libros no puede faltar un romance “prohibido” o “peligroso” (sobre todo en los considerados de Young Adults) para dar emoción al asunto.
En cambio, en este, no tenemos poderes enfrentados (excepto de forma muy puntual y sin violencia), ni luchas sanguinarias, ni romances sobrenaturales,... sino que nos encontramos a una bruja como protagonista, Diana, que desconoce sus orígenes y que reprimió desde pequeña su condición.
La conocemos ya adulta (con «taitantos», a pocos años del cuatro; como ella misma dice), intentando rehacer su vida después de una ruptura sentimental y con dificultades laborales. Todo ello la lleva a un cambio de residencia, yendo a parar a un inmueble donde encuentra unos vecinos muy acordes con ella y en los que ve la posibilidad de averiguar de donde viene.
El libro está totalmente narrado en primera persona por parte de Diana, por lo que siempre lo vemos todo desde su propio punto de vista, manteniéndose totalmente coherente a lo largo de toda la trama, tanto en hechos como en pensamientos. Debido a esto, Diana es, evidentemente, la protagonista y está definida por completo.
El resto de personajes, están definidos según la importancia que les da Diana: como más cercana e importante es la relación, más desarrollados están: su amiga íntima, los vecinos del inmueble, su pareja...
A lo largo del libro vemos como avanza en la búsqueda de sus orígenes, aderezado de como va descubriendo sus poderes y como todo marca sus relaciones y su forma de vida.
Me ha gustado y voy a seguir con la serie (al menos con el segundo, casi recién salido del horno).

Conocí a Antonia Corrales con su novela En un rincón del alma, y fue precisamente en el alma donde quedó grabada su forma de escribir. Luego llegó a mis manos Mujeres de agua y quise jurarle amor eterno pero quien está acostumbrado a leer sabe que en el mundo literario a veces los amores no se olvidan pero quedan aparcados hasta un nuevo flechazo.


Una bruja sin escoba es mi nueva oportunidad para reencontrarme con ese amor de verano que uno nunca olvida y que nada más verlo en sus párrafos recuerda al estilo que me encandilo por mucho tiempo que haya pasado.

Con un prólogo como de cuento, comienza el nuevo libro de Antonia J. Corrales. Un libro donde la magia juega un papel muy importante y sin querer comparar esta historia con las anteriores que leí de la autora, me siento en la obligación de reconocer que no me ha sobrecogido tanto como aquellas pero el error tal vez sea comparar cuando lo lícito es solo disfrutarla. Con el pequeño inconveniente de que estamos ante una trilogía y nos toca esperar para poder ver toda la trama en su conjunto, la autora nos introduce en un escenario de ficción donde en todo momento la idea de “por qué no puede ser realidad” flota en el ambiente ayudando a que uno se sumerja en un mundo que de vez en cuando son ideales para pasear por ellos.

Diana tiene una infancia misteriosa, ella no sabe de donde proviene ya que creció en un orfanato y solo guarda algún extraño recuerdo de aquellos días que no son muy gratos. En la actualidad es una chica normal, con cierto amor por volar en parapente y un novio cuya relación comenzó como muchas otras, llena de momentos mágicos cargados de deseo y grandes proyectos por cumplir. Con el paso de tiempo la relación se fue enfriando y cierta infidelidad termino con ambos separados y con Diana alquilando un ático madrileño para comenzar su nueva vida.

Será a raíz de esa mudanza cuando Diana conocerá a una serie de personajes extraños que la guiaran por el reencuentro con un mundo del que ella forma parte pero por diversas circunstancias, su vínculo con él se había cortado. Será en este nuevo apartamento donde le irán sucediendo vivencias algo extrañas que apuntan a todos nos replanteemos si Diana no será la descendiente de una larga estirpe de brujas.

Antonia Corrales aúna en esta novela ingredientes como la magia salpicada de gotas de misterio, ciertas dosis de comedia romántica donde no faltan toques de humor. Un verdadero cóctel que la convierte en una historia muy entretenida, donde el lector siente la necesidad de saber que misterio envuelve a la protagonista, y avanzar en su trama no se hace difícil, al contrario creo que es una novela todoterreno que se disfrutan en cualquier época del año y en cualquier lugar.

Una novela con personajes muy peculiares que para mi gusto eclipsan un poco a la protagonista, donde lo que ocurre siempre es mucho más interesante que la propia Diana. Esto no es negativo simplemente es otra manera de disfrutar más con la historia que con su personaje principal. Creo que es propicia para que el estilo de la autora haga mella en el lector, ya que sabe caminar por la delgada línea entre realidad y ficción, de una manera que en ciertas ocasiones uno no sabe que territorio es el que pisa pero lo que sí está claro es que las sensaciones y emociones son fijas compañeras de viaje.

Espero encontrarme pronto con Diana y su mundo lleno de guiños a historias entrañables, rescatadas de aquel cine lleno de aventuras que perduran en nuestra memoria. Sin lugar a dudas es una historia que a poco que rasques puedes encontrar muchas sensaciones y mucho que reflexionar aunque no lo parezca.
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Elegí leer este libro por su título. Estábamos cerca de Halloween y consideré que no estaría mal una historia sobre brujas pero no imaginé lo que me encontraría.

La historia, narrada en primera persona por Diana, nuestra protagonista, narra cómo ella, en busca de sus orígenes y tras un desengaño amoroso, va descubriendo que, en realidad, es una bruja. A raíz de ese desengaño termina viviendo en un edificio con unos inquilinos muy especiales.

Cuando empecé a leerlo esperaba encontrarme una historia plana, romántica, con unos personajes típicos pero me equivoqué por completo, la historia tiene varios giros que sorprenden y los personajes tienen sus personalidades muy marcadas y para nada son los típicos de este tipo de novelas más ligeras

¿Queréis acompañar a Diana en su aventura y descubrir con ella la magia? Pues no lo dudeis, adentraros en su mundo y disfrutad de la lectura.

Por cierto, este es el primero de una tetralogía por lo que la historia queda ahí colgada de tal manera que tengas ganas de coger el siguiente libro y seguir descubriendo este mundo tan mágico que rodea a Diana.

Estamos en época actual, ya que como nos indica el “subtítulo” de esta trilogía, nuestra protagonista Diana es una bruja contemporánea… que no sabe de dónde viene, pues fue abandonada en un cajón de madera que conserva junto con algún que otro recuerdo extraño. Eso sí, de escoba nada, a ella le apasiona volar en parapente.
Tras haberse terminado la relación con el que era su novio, Diana se embarca en una nueva vida de cambios, donde quiere retomar costumbres perdidas, además de comenzar nuevas relaciones en un bloque de pisos de lo más variopinto.

La verdad es que tanto los personajes como la protagonista en sí, son los típicos de este tipo de géneros: vampiro, hombre lobo, fantasma; sin embargo está súper bien llevado a la época actual, quedando en general bastante realistas todas las explicaciones de cómo son ellos, por qué se comportan así y demás. Punto para la autora.
(Bueno y otro súper punto para los momentazos de los pétalos de rosa… me ha encantado ese detalle, genial genial)

Tenemos una trama donde por encima de todo prima la amistad, mezclándose con fantasía y un suspense que le viene muy bien a la historia… pero teniendo en cuenta todo lo que abarca –que es bastante- y, sí, que es la primera parte de la trilogía, al final terminas de leerlo y tienes muchos frentes abiertos, más bien todos. Por supuesto, dejándonos con muy buen sabor de boca y un giro tremendo, no me lo esperaba en absoluto.

En general me ha gustado, me ha parecido una lectura súper entretenida, muy amena de leer y con buenos diálogos, donde pasas las páginas sin apenas darte cuenta (además que es un libro ya de por sí cortito).
Teniendo en cuenta que no suelo ser de este tipo de lecturas (soy muy de fantasía clásica), sí lo recomendaría.

Decir para terminar que aunque se venda como literatura romántica, personalmente no he visto nada de este género en la historia, pero nada de nada… o al menos nada que no se vea en narrativa en general, vaya. de hecho diría que es fantasía urbana, aunque en algún sitio lo he visto como contemporánea, pero lo dicho (sólo era un apunte).

Un preludio en toda regla: te sitúa en la historia, te presenta los personajes, momentos de tensión y mil incógnitas por resolver. Con ganas de seguir.
¡A la espera del segundo!
Enlace: https://locaporincordiar.blo..

En el mismo Madrid cantado por Sabina ocurren fenómenos extraordinarios, habitan seres mágicos y una mujer llora pétalos rojos de rosa , en lo que ella cree que es su peor momento.
Un libro embrujado, una historia de amor prohibida, una protagonista que desconoce sus orígenes...
Estas son las premisas de Una bruja sin escoba y los sucesivos tomos que componen la tetralogía de Una bruja sin escoba (El beso de una bruja sin escoba y El destino de una bruja sin escoba). Hay una secuela, pero no me ha parecido oportuno empezarla.
Con palabras precisas y párrafos preciosos Antonia J Corrales nos va desplegando un universo definido de criaturas y normas cristalizado en un edificio concreto de Madrid (y aledaños). Sin prisa, para que vayas conociendo a los habitantes; buscando estimular la curiosidad (y consiguiéndolo).
Para cuando sabes cómo funcionan las cosas, ya te has enamorado de ellos y sus relaciones. Justo entonces todo vuelve a empezar.
Coherente, colorida y cálida. Apta para el disfrute.