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Este libro lo leí de pequeña, cuando me lo regalaron mis padres, pero no lo entendí. Así que lo dejé olvidado, ordenando lo volví a ver y le di una segunda oportunidad. Un clásico que no puede faltar en tu lectura. El libro se sitúa en un desierto de África donde el narrador cae con su avión, cuando camina un poco para intentar ver si hay algo a su alrededor no ve nada, así que se gira y se encuentra con un niño pequeño de pelo rubio, asombrado le pregunta de donde viene y el niño más adelante le contestará que de su planeta. Este libro para mi me ha hecho volver a mi niñez cuando no nos preocupamos de lo que piensan los demás o cuando nos sobra tiempo para jugar y así. El Principito le hace ver al narrador que los adultos son muy extraños, solo les interesan los números y no creen en las cosas que él si cree. Así pues el Principito se había marchado de su planeta porque tenía una rosa que era muy vanidosa y que siempre le pedía cosas y le hacía sentir mal, recorrió varios planetas, encontrándose con diferentes personas y a cada una le pudo encontrar un problema hasta que llego a los dos últimos planetas. En el último planeta la persona con quien se encuentra le recomienda que viaje a la tierra, y él así lo hace, pero en su estancia no había topado con muchos hombres. Al final, el Principito decidirá volver a su planeta, pero ya veréis como lo hace. Para mi este libro se ha convertido en el primero que les leeré a mis hijos, porque me ha enseñado a volver a mi niñez, y a cambiar mi forma de pensar. |
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