El principito

Un piloto cuyo avión se estrella en el desierto del Sahara, nos cuenta, años después de que le suceda, la historia de como un pequeño príncipe, proveniente del asteroide B612, se topa con él, como día a día se hacen amigos mientras el pequeño le va contando su historia, todo su periplo hasta llegar a la Tierra en busca de un amigo y dejando en el asteroide el objeto de su amor, todos los planetas que recorre hasta llegar y las enseñanzas que de ello saca, enseñanzas que pasan al piloto.

Este cuento, escrito en primera persona desde el punto de vista del piloto, y de una sencillez apabullante es fácilmente confundible con una historia para niños. Yo misma lo leí por primera vez siendo una niña y recuerdo que me pareció una historia preciosa. No en vano el Principito representa al niño que llevamos dentro, y los sentimientos de amor esperanza e inocencia que alimentan nuestra vida.

Años más tarde volví a releerlo, y aunque la historia me seguía pareciendo preciosa, empecé a descubrir los aspectos más oscuros o tristes que realmente había en la historia pero, que a mis ojos de niña pasaron desapercibidos pero ahí estaban, bajo metáforas que he ido entendiendo a medida que lo he ido releyendo, como podían ser sobre la vanidad, el orgullo, la incomprensión, las posesiones, la pureza etc.

El autor nos recuerda que nunca debemos perder de vista ese niño interior, de una manera muy delicada. Desde luego es una lectura a la que recurro cada ciertos años, y que desde mi punto de vista es más que recomendable, ya sea para uno mismo o para leerlo junto con los más pequeños de la casa, tu visitas a tu niño interior y ellos poco a poco van aprendiendo una serie de valores tan necesarios en los tiempos en que vivimos.

Si aún no conoces su historia, te apetece que el propio niño te cuente como y porque llegó desde un lejano asteroide hasta la Tierra?