Lazarillo de Tormes

"Pícaro" es el calificativo que mejor define al relato y a su protagonista. Conocido como "El Lazarillo", quizás nunca su autor desconocido hubiese pensado que Lázaro llegaría a convertirse en uno de los personajes más conocidos de la literatura. Un relato ágil, ameno, diferente, llamativo, con tintes graciosos y humorísticos pero a la vez, irónicos y críticos en el que su protagonista Lázaro de Tormes, nos cuenta su vida.
La obra comienza con un pequeño prólogo del protagonista dirigido a V.M (Vuestra Merced), con el que se introduce el comienzo de la historia, la cual, está dividida en siete tratados, a través de los cuales, Lázaro, va contando desde su nacimiento al momento actual, como si se tratase de una especie de diario, aunque en realidad es como una declaración que está haciendo a un personaje, cuya identidad se desconoce. Y es que Lázaro es el prototipo de pícaro que desde su nacimiento está condicionado a llevar una vida dura, a aprender desde pequeño cómo sobrevivir a base de golpes y aprendiendo de los errores, haciendo del engaño y las artimañas sus herramientas que le permiten adaptarse a las circunstancias, pasando penalidades y sobre todo, hambre, una constante en toda la novela. A pesar de eso, aspira a conseguir una vida mejor, lo que para él es ganar algo de dinero para vestir mejor o trabajar como pregonero, lo que parece su máxima aspiración, incluso está dispuesto a aceptar las infidelidades y habladurías sobre su esposa, por mantener esa vida que él considera buena. En fin, una vida de calamidades y penurias en la que Lázaro intente adaptarse y que lo convierte en un pícaro. Él , es el protagonista principal y junto a él, aparecen diversos personajes, en realidad, los diferentes amos que va teniendo y a los que se les dedica un tratado a cada uno.
El primero es un clérigo cruel, que le enseña por el camino difícil, le abre los ojos y del que no tiene más remedio que aprender, le sigue un escudero que vive de las apariencias, un fraile de la Merced, un buldero, un capellán y un alguacil. Y con todos ellos, se repite una constante, el hambre y carecer de alimentos, pasar fatigas, llevar una vida pobre y no importarle a nadie. Sin embargo, no todos estos personajes están tratados de igual forma, si bien, se los caracteriza de avariciosos, mentirosos, de vivir de las apariencias, ser aprovechados, carecer de buenos sentimientos..., algunos solo son caracterizados de forma pasajera y se les dedica pocas líneas, como es el caso del fraile de la Merced, el capellán o el alguacil, al resto, se les dedica la mayor parte de la historia. En ese sentido, creo que los dos primeros amos, el clérigo y el escudero, representan la parte más llamativa e interesante , donde las andanzas de Lázaro son más recordadas y que coinciden con sus primeros años. al personaje de buldero, también se le dedica una buena parte, pero creo que resulta algo más pesada y menos interesante que las otras. También destacar, que en el último tratado aparece de forma pasajera una criada del arcipreste de San Salvador, con la que Lázaro se casa pero que no tiene demasiada relevancia.
Todos son personajes marcados por la pobreza, los engaños, las malas artes... y a pesar de tener vidas diferentes y oficios distintos, todos representan la parte más negativa del ser humano. Con ellos, se hace un retrato de la realidad de la época, se conoce a diferentes clases sociales típicas de ese momento y cómo se vivía y esto, junto a menciones a elementos como la guerra contra moros, referencias a Dios y a lugares como: Salamanca, Toledo o La Mancha, nos hace formarnos una visión de esa época. Para ello, el autor utiliza la prosa, que es la parte más abundante, en la que predomina la primera persona, pues el relato, aparece contado por el mismo Lázaro y con alusiones a una tercera persona que le escucha (Vuestra Merced). A la vez, se entremezclan partes dialogadas que representan las conversaciones de Lázaro con sus amos y en las que hay muchas palabras textuales de ellos que aparecen entre comillas. Un lenguaje en castellano antiguo, con ciertas expresiones y vocabulario de la época pero que en general es entendible y adaptado a los personajes y que a la vez que refleja aspectos vulgares, no deja de tener una parte culta.
No está entre los libros que más me han impactado pero sin embargo, tiene algunos elementos por los que vale la pena su lectura, entre ellos, el propio protagonista que creo que una vez que has leído el relato, se queda grabado como uno de los personajes que no olvidas y recuerdas siempre pues al fin y al cabo, su historia comienza cuando es un simple niño, lo que lleva a reflexionar sobre su situación y ver las diferencias con la época actual. A esto, hay que añadir, la novedad de este relato, pues tanto su estructura como su tema, supone un antes y un después en la literatura, dando lugar a un nuevo género, sin olvidar las partes divertidas en las que se mezcla el humor pero también, la ironía y una parte oscura y dura. Es un relato corto lo que ayuda a su lectura y que te permite aprender del lenguaje y vida de esa época.
Como decía Lázaro:"..no hay libro, pos malo que sea, que no tenga cosa buena, mayormente que los gustos no son todos unos, más lo que uno no come, otro se pierde por ello..."