Las últimas cartas de Stalingrado

Hay dureza desde el principio hasta el final, en teoría son trozos de cartas desde el cerco de Stalingrado cuando las tropas alemanas no pueden avanzar ni retroceder, ya dependen de los movimientos del Ejército Rojo, al principio puede haber alguno con esperanza, pero ésta va cayendo según avanzan los días y disminuyen las municiones, hasta convertirse todo en un grito silencioso de espera de la muerte, es la única esperanza que queda, la muerte.
En estos libros del ejército alemán en retirada, nunca he sentido lástima, ya que cuando eran vencedores y avanzaban sin oposición, los propios soldados, tampoco la sentían y no me vale lo de obedecer órdenes, en la novela hay el caso de un soldado que se arrepiente de no haber cogido el permiso, pero quería entrar en Stalingrado victorioso y ahora ...
Novela con todo el dolor de la guerra, en el que las cartas valen más como testamento que como vehículo de noticias.