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¿Alguna vez os habéis enfrentado a un libro cuya lectura es tan desconcertante que no sabéis muy bien qué decir de él o siquiera como calificarlo? Pues este es mi caso con esta novela. Renina es una muchacha normal, con una vida aburrida y cotidiana. O eso parece, porque lo cierto es que su cotidianidad carece de esa aparente normalidad. Un monstruo indescriptible la acecha sin cansancio, dispuesto a devorarla, y su insistente presencia está marcada primero con zumbidos, después, conforme se va acercando y haciendo más patente, con insectos que reptan, se cuelan por todos los recovecos y la acosan para indicar su cercanía. Este hostigamiento sucede especialmente de noche, donde, en sueños, el monstruo mata a Renina de cien formas diferentes y solo consigue hallarse a salvo cuando alcanza la habitación blanca, en la cual habita la Otra. Sin embargo, pronto acabará esa pesadilla. La insistencia del monstruo es un indicativo de que pronto Renina cumplirá veinticinco años y, entonces, se acabará todo. Entonces, Renina ganará y ya no tendrá que correr más. Esta novela tan corta es una mezcla entre fantasía urbana, terror psicológico y diferentes trigger warnings como insectos o canibalismo, por lo que es un libro no apto para todos los públicos. al principio me costó mucho entrar en la historia. Los primeros capítulos son muy confusos porque no sabes qué es el monstruo, por qué pretende matar a Renina y, en general, el lector no tiene ni idea de qué está pasando ni de qué está leyendo. Asimismo, se producen una serie de incongruencias alrededor de la vida de Renina, de los retazos que vamos conociendo de ella y de su día a día que no hacen más que fomentar esa confusión. Sin embargo, llega un punto en el que algo en el libro hace click y todas las piezas comienzan a encajar y es a partir de ese instante cuando verdaderamente empecé a disfrutar de esta historia. A parte de Renina, tenemos algunos capítulos contados desde el punto de vista de Pedro, un compañero con el que sale a correr por las mañanas. Los personajes están muy bien definidos y perfilados y es muy fácil sentir el miedo de Renina, sus celos, su pánico, su repulsa. La pluma de la autora es magnífica porque juega con el lector como quiere, nos lleva de un lado para otro dando tumbos y nos marea de una pieza a otra del puzle hasta que conseguimos dar con la solución al problema que se nos plantea (el cual desconocíamos que existiera). Su estilo narrativo es tan magistral que en las descripciones que hace de los insectos, cómo estos pululan alrededor de Renina, cómo se suben a su cuerpo o la pican, casi se puede sentir como si tú mismo estuvieras rodeado de cientos de ellos. Ahora bien, mi gran "pero" es que Corre, Renina, corre nos plantea muchas incógnitas, pero no todas ellas se resuelven. En términos generales, es una novela confusa que me ha dejado un gusto amargo porque no he sido capaz de comprenderla y porque me ha generado más dudas que respuestas y eso es algo que suele dejarme insatisfecha. No digo que esto sea algo negativo en sí, sino que es algo que, para mí y para lo que me gusta leer, sí lo ha sido. Pensé que en el final se desvelarían todas los misterios que se han ido plantando a lo largo del libro, pero no es así. El lector tiene que hacer un esfuerzo para imaginarse el resto de la historia que no se cuenta y yo siento que, como digo, he sido incapaz de comprenderla por completo, lo que hace que, pese a lo original de la trama, todas las sensaciones que me ha transmitido y la pluma tan magistral de la autora, no me haya permitido disfrutar del todo de esta novela. Corre, Renina, corre ha sido mi primer contacto con Celia Añó y espero que no el último. Si bien no me ha ofrecido todo lo que yo pretendía encontrar entre sus páginas, si os gustan esta clase de libros a caballo entre la fantasía y el terror estoy convencida de que os va a gustar. Eso sí, si os dan pánico los bichos, ¡cuidado! Enlace: https://notodoesfantasia.blo.. |
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