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Jamie es un niño de diez años que hace cinco perdió a Rose, una de sus hermanas en un atentado terrorista. El apenas recuerda nada porque era muy pequeño por lo que no siente mucho dolor por la pérdida de su hermana. Un día deja Londres junto a su padre y a su hermana Jas y se va a vivir al Distrito de los Lagos. Allí conocerá a Sunya, una niña musulmana que junto a otras cosas le servirá de apoyo y hará que no se sienta tan solo. Algo que me ha sorprendido es que este libro no tiene diálogos, ni uno. Todo está escrito desde el punto de vista de Jamie y este cita lo que dice cada persona. Es una historia un poco dura y cruda pero contada con ternura e inocencia a través de los ojos de un niño, Jamie. Es la historia de una familia rota, muy rota. Jamie es un niño desatendido, por un padre que no hace nada más que beber y por una madre que ahora vive con otro hombre. Esto hace que se sienta muy solo, pues aunque tiene a su hermana Jas (gemela de Rose), esta ya tiene muchos problemas como para encargase de su hermano, así que Jamie tiene un montón de preguntas sin respuesta y se siente mal. La trama te atrapa poco a poco, a base de ternura e inocencia. Vamos avanzando en la vida de Jamie sin darnos cuenta. Vamos viendo todas las dudas que tiene sobre sí lo que hace está bien o mal, las fases que va pasando y lo que siente por cada personaje. Es una historia que te arranca muchas sonrisas, pero que también te estremece y que incluso te puede hacer soltar alguna lágrima (a mi no). Trata varios temas, como los problemas familiares, los prejuicios hacia otras razas, el acoso escolar, la integración...y también nos enseña cómo superar la pérdida de un ser querido. Cuando comencé el libro, creía que me tocaría la fibra sensible muchas veces. Ciertamente, lo ha hecho, pero no tanto como yo creía. A pesar de qué es una historia dura, a mí no ha terminado de llegarme al corazón, le ha faltado algo. Igualmente, es una historia que me ha gustado, que me ha mantenido enganchada y que recomiendo leer. El final me ha gustado mucho. Es bonito, todo queda más o menos resuelto y acaba bien. No tiene mucha acción, pero tampoco la necesita. Ha sido totalmente acertado, el libro no podía haber terminado de otro modo. Los personajes están bien construidos, sobre todo los principales. Me han gustado bastante y me han arrancado más de una sonrisa y alguna que otra vez me han llegado al corazón. Algunos, como Jaime y Sunya, son muy entrañables, y se cuelan poco a poco en tu corazón. |
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