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El argumento, como no, apoteósico. Sin duda alguna, este tercer libro es BRUTAL. Me he pasado todo el tiempo con una angustia anclada en el pecho. Hay momentos muy bonitos, también situaciones tristes, y otras de tensión que te dejan alucinada, y con las lágrimas saltadas. Creo que es el cierre perfecto para esta trilogía. Tengo que reconocer que en este libro, Micaela me ha sacado de quicio unas cuantas veces, sobre todo, por su irresponsabilidad en algunos momentos. Y Jack, pese a dejarme flipada en el libro anterior, en este ha ganado los puntos que le quité en el pasado 😉 Tanto el personaje de Tiziano, como el de Adara, me han encantado. Ojalá poder conocerles mucho más en un futuro. También hay personajes que no he perdonado, y otros… que ni fu ni fa. Lo que más me ha fascinado de esta trilogía, es la habilidad que tiene esta autora para crear personajes que no son nada sencillos. Sus personalidades continuamente chocan, son completamente diferentes los unos a los otros, y creo que eso es lo que, junto con la trama, crea adicción. Resumiendo: La historia es alucinante. Todo el argumento está perfectamente hilado y bien narrado. La trama está repleta de tensión, de erotismo, de emotividad, y de mucha, mucha acción. Una trilogía que trata sobre la sed de venganza, las segundas oportunidades que nos regala (aunque en ocasiones más que un regalo, sea una lucha constante) la vida, y una carrera a contrarreloj por la libertad; con dos protagonistas que te meten de lleno en sus trepidantes vidas, y que consiguen subir la temperatura de toda tu casa con esa conexión tan bestial que comparten. |
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