Nadie me habló de ti

Carolina, divorciada y con una hija con la que tiene una relación tormentosa, está a punto de perder a su padre tras una larga enfermedad. Su madre, Elena, los abandonó cuando era solo una niña y no han vuelto a saber de ella: todos dan por hecho que está muerta. Pero casualmente conoce a Gabriel, el hombre con el que Elena se marchó y Carolina decide tratar de averiguar qué ocurrió, sospechando que él pudo matarla cuando ella decidió volver con su familia.

Gabriel es un personaje entrañable y tanto Carolina como su padre son... peculiares. El primero es sencillo y humilde, los segundos son soberbios y altaneros, rígidos, los últimos vestigios de la alta sociedad catalana. Sin embargo no es difícil comprender a Carolina, sus reticencias al tratar a Gabriel, pues sabe a ciencia cierta que la noche en que su madre se marchó de casa lo hizo con él, así que necesita ganarse su confianza para conocer esa parte de la historia que nadie le ha contado. Y conforme Gabriel narra su vida junto a Elena, conforme desgrana capítulo a capítulo todo lo ocurrido, surgen nuevas dudas e inquietudes que llevan a Carolina a querer desenredar una madeja que está mucho más enredada de lo que ella sospechaba

Estamos ante una novela de más de 650 páginas, con dos mujeres como protagonistas, en una narración que va y viene de manera continua del ayer al hoy. Una historia que he disfrutado mucho, en la que hay amor pero también mucho odio y resentimiento.
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