Viaje al este

Christine Angot, la autora, nos embarca en una obra autobiográfica donde conde los abusos sexuales que su padre cometió hacia ella, también llamado incesto. al igual que las dificultades que tienen las mujeres, sean adolescentes o niñas, para oponerse a ello ya que están bajo el yugo del padre.
La autora comienza la biografía indicando que fue abandonada por su padre antes de nacer, conociéndole a los trece años. Y relatando su poca experiencia para denunciar hechos y comportamientos paternos a todas luces anormales. Así se va creando un abismo entre sus pensamientos y su conducta, intentando normalizar todo. Con el pasar de las páginas y los años, la protagonista es capaz de verbalizar todo lo ocurrido.
La denuncia de un acto de semejante naturaleza, tal y como recoge la autora, conlleva numerosos traumas para la víctima y la pérdida total de la autoestima. Este lamentable hecho también marca toda la futura relación de la persona que lo ha sufrido con respecto a la sociedad, y futuras parejas, impidiendo que tenga, entre otras cosas, una sexualidad plena y normal ya que se deja arrastrar por lo que ha padecido. Otro de los aspectos importantes que subyacen en esta denuncia es que para poder vivir, la víctima debe desarrollar un mecanismo de defensa que hace que su salud mental se resquebraje y tenga que afrontar trastornos de ansiedad, estados depresivos y episodios donde abundan los trastornos alimentarios, en concreto la anorexia y la bulimia nerviosa. Además de sentirse incomprendida o infra ayudada por su entorno, y sobre todo responsable y culpable de todo lo que le pasa.
Por otro lado, retrata con gran precisión la personalidad del agresor y la gran idolatría que siente hacia sí mismo su padre. Así como el control que ejerce sobre la víctima, tanto por ser menor como por la capacidad de engatusarla mediante palabras llevándolo al maltrato psicológico.
Christine Angot lo narra todo con lenguaje sencillo, sin florituras, pero duro que consigue que el lector sienta y sufra como ella lo hizo.
Recomiendo la obra porque me parece un testimonio muy a tener a cuenta para poder vislumbrar los posibles síntomas que delaten este tipo de actos.

Lo primero dar las gracias a Babelio y a la editorial Anagrama por el envío del ejemplar.

Es un libro corto de unas 200 páginas aproximadamente, que se lee en un suspiro. Es una novela autobiográfica en la que Christine Angot nos narra de una manera dura (y explícita en algunas ocasiones) como su padre abusó de ella desde la adolescencia hasta incluso cuando ya estaba casada.

Según pone en la sinopsis “Angot abordó el tema en 1999 en El incesto, pero la gran repercusión literaria y el aplauso unánime de crítica y público llegó con Una semana de vacaciones, que arranca una suerte de trilogía que cierra esta novela. Si Una semana de vacaciones se centraba en el padre y Un amor imposible en la madre, Viaje al este aborda de nuevo el tema poniendo todo el foco en la hija, en la víctima del abuso. La historia se narra desde su perspectiva, aunque tal vez sería más preciso hablar de perspectivas, puesto que se suceden de la visión de la niña, de la adolescente y de la mujer adulta.”

Christine no conoce a su padre hasta que entra en la adolescencia, es ahí cuando él empieza a mostrar cierto interés por ella. Casado de nuevo y con dos hijos de su actual matrimonio, tiene un importante puesto de trabajo, habla múltiples idiomas y nada más conocer a Christine refiere haberse enamorado de ella. Poco a poco la va llevando a su terreno hasta hacer con ella lo que quiere. Christine se deja hacer ya que lo único que ansía es tener una relación con su padre ausente durante tantos años.

“Temía que cada vez fuera más difícil pretender que no había cruzado la raya. O pretender que no me parecía mal que la cruzara. No me gustaba ese recorrido. Era necesario que no cruzase cierto límite. Porque sabía que, llegado ese caso, no sabría que decir. No dejaba de razonar. No tenía la mente en blanco. Vigilaba. Tenía una función. La vigilancia. Una vigilancia de todos los instantes. Cercana. Enfocada en el movimiento. El desplazamiento de la palma de la mano. O incluso de un dedo bajo la tela de mi pantalón.”

A lo largo del libro Christine va creciendo y se van viendo más claramente las consecuencias de los abusos sufridos y el escaso apoyo tanto familiar como de sus posteriores relaciones sentimentales. Estaba sola, a pesar de habérselo contado a su entorno, no tomó represalias porque tampoco nadie la ayudó ni la empujó a hacerlo, sometiéndose muchas veces a la incredulidad de las personas con las que se atrevió a abrirse.

El libro en general me ha gustado, en algunas ocasiones ha conseguido revolverme por dentro, es una situación muy dura que ninguna persona debería sufrir y cuando lo lees y de verdad sabes que alguien ha podido sufrir esto… es inimaginable. Además está escrito de una forma de una realista.

Forma parte de la trilogía que comienza con “Una semana de vacaciones”, le sigue “Un amor imposible” cerrando con “Viaje al este”. Este último se centra totalmente en la hija, la víctima, que sufrió abusos por parte de su padre.

Es tremendo el testimonio que nos relata y que comienza cuando ella contaba con trece años que es cuando conoció a su padre. Este testimonio continua hasta entrada la edad adulta incluso hasta cuando se encontraba casada.

Narra los abusos de forma directa y explicita sin caer en la ordinariez. Recuerda prácticamente cada día que la sodomizó su padre, la dependencia que le produjo al igual que los desequilibrios en la alimentación como la anorexia y la bulimia.

Nos transmite en todo momento sus pensamientos inestables y caóticos (no era para menos), las terapias por las que pasó sin ser efectivas, el escaso o nulo apoyo familiar y de su entorno a pesar de haberlo contado con le objetivo de recibir ayuda y confirmar que el comportamiento de su padre estaba fuera de toda normalidad. Nadie paró los pies a su padre y nadie de su entorno dio una respuesta a esa situación.

La narrativa es intensa, con escasez de diálogos, pero en este caso no es necesario para poder comprender y empatizar.

Gracias a Babelio y a Anagrama por el envío del ejemplar.

Terrible. Este libro autobiográfico sobre el incesto que sufrió su autora tendría que leerlo todo el mundo porque evidencia lo fácil que es abusar de un hijo. La impunidad con que se mueven los agresores y el poder que tienen sobre las víctimas, sobre cualquier adolescente para que no sepan como atajar lo que está sucediendo. Es brutal y no me cabe duda que irreparable. Tendríamos que leerlo todos los adultos y ayudar a los niños y adolescentes a desconfiar de cualquier "afecto especial" que un adulto, incluido un padre o madre, se empeñe en "demostrarles" solo en secreto. Aún así es una desgracia que le pase algo asi a ningún niño o niña porque es muy complejo que lleguen a poder contarlo y además a las personas adecuadas y que incluso todo el proceso de contarlo o denunciarlo no les dejen secuelas. Tenemos que seguir desarrollando conciencia y herramientas sociales.