La autora, Jessica Andrews es nacida en el 92 y se le compara con Sally Rooney y Edna O'Brien. A mí me ha recordado ligeramente más a la segunda en su forma de escribir, aunque aún así le veo un estilo muy propio que a su vez es lo que puede hacer alejarse a algunos del libro. No sigue una cronología fija, el libro está dividido en cuatro partes con capítulos cortos (a veces simplemente párrafos), en los que intercala recuerdos de la niñez y adolescencia y reflexiones actuales, donde se expresa de forma más poética. Es una lectura algo triste y melancólica, a veces cruda, pero agradable de leer. |