Ex libris: Los libros son como una máscara. Hasta que no abres su cubierta, nunca puedes desvelar su interior.

En primer lugar debo decir que la edición es preciosa, con las páginas en blanco, gris y negro.
Consta de 396 páginas
Se trata de una novela de fantasía donde se habla continuamente del amor por los libros.
Está escrita en primera persona en la mayoría de los capítulos y otros en tercera persona. El lenguaje es culto y el libro tiene muchísimas descripciones, la ambientación es París en 1880.
Me ha parecido interesante la idea de que la protagonista del libro, Lara, se introduzca en un libro para escribir la historia, sin embargo ha sido una protagonista insulsa, que realmente no toma las riendas de la historia y le van solucionando los problemas el resto de personajes. En algunas partes se me hacía repetitivo, recordando cada poco que ella estaba dentro del libro.
Otro personaje principal es Julien, es un chico demasiado sobreprotector pero del que apenas se conoce nada más.
El resto de los personajes apenas se desarrollan.
La historia de amor no me ha gustado, con un amor instantáneo y que hace que la historia gire pronto en torno a la historia amorosa.
La parte de thriller me habría gustado que se desarrollase más al igual que la historia de los druidas.
En conclusión, me ha entretenido, me ha gustado la idea principal pero la trama romántica ha hecho que no lo disfrutase tanto como creía.

Esta novela es una oda al amor por la literatura. ¿Y cuál es el sueño de todo amante de la literatura? Estar dentro de un libro.
La novela tiene capítulos narrados por Lara, la protagonista, y capítulos narrados en tercera persona para enseñarnos qué hacen los demás personajes. Algunas páginas son de color blanco (la actualidad), otras de color negro (un pasado algo turbio de ciertos personajes) y otras de color gris (la vida dentro del libro). Y todo ello ayuda al lector a situarse en los distintos escenarios con mucha facilidad.
Es un libro que me ha enganchado, me ha tenido intrigada y me ha entretenido. Además, he disfrutado mucho con las descripciones de París en el siglo XIX. La pluma de la autora es una delicia y aunque haya partes de ritmo más lento, se disfrutan igual. Muy recomendable.