La llave de Blake

No suelo leer mucha literatura juvenil. A decir verdad, no tengo ningún motivo para no leerla. Me anime con esta por su ambientación. al leer la época en la que se desarrollaba ya me picaba la curiosidad.

Esa novela va dirigida a un público juvenil, es decir adolescente, por lo tanto, los temas que trata están relacionados con esa edad. Con esto no quiero decir que los adultos no podamos disfrutar de la literatura juvenil pues los temas son los mismos que en la literatura para adultos pero se abordan desde puntos de vista distintos. Las novelas juveniles tienen como protagonistas a personajes con edades comprendidas entre los 13 y 18 años y las novelas para adultos los protagonistas suelen ser personas mayores de edad, aunque no siempre suele ser así en todos los casos.

'La llave de Blake' se adapta perfectamente a la literatura juvenil. La manera de narrar es menos compleja. Con tramas menos complejas y cerradas. El estilo es mucho más directo usando un lenguaje coloquial. El ritmo de la narración es alto. En cada escena pasará algo para adelantarnos las escenas siguientes concentrando la acción en un mundo juvenil con los sentimientos propios de la adolescencia.

La protagonista es una joven adolescente de 17 años. Rachel posee una gran inteligencia para descifrar enigmas. Desde que era pequeña sus padres le enseñaron cómo desvelar secretos y misterios mediante juegos. La necesidad de conocimiento de Rachel hace que desarrolle una virtud hacía lo paranormal. Su padre, Peter White, es catedrático de Historia del Arte. Es un excéntrico profesor que tras un importante descubrimiento se ha sumido en un carácter taciturno. Los acontecimientos se precipitarán y será Rachel quien deberá desenterrar una antigua profecía de 'William Blake' pues solo ella tiene todos los conocimientos necesarios para comprender las reglas de ese juego. Para ello contará con la ayuda de Nicholas, su mejor amigo, y de Albión, un joven desconocido del que Rachel se sentirá atraída.

Es una 'novela pachwork', como suelo apodar a ese tipo de historias que están formadas por retazos de diferentes subgéneros (suspense, thriller, fantasía, misterio, con una pizca de romance y todo aderezado con las características de la novela juvenil). Pero aquí no acaba la cosa pues es un viaje por la historia y la historia del arte de una personaje real y sus misterios. William Blake fue un poeta, pintor y grabador británico que vivió en Londres en el siglo XIX. Esta novela está basada en su vida y la relación de sus obras con el concepto de elevar la conciencia humana mediante el arte. La historia de este personaje es realmente interesante y gracias a Sandra he podido descubrir a un pintor del todo desconocido por mí.

El esquema de esta novela se me asemeja mucho al 'Código Da Vinci'. Quienes hayáis leído y disfrutado con la novela de Dan Brown seguro que disfrutaréis de 'La llave de Blake'.

Saltos en el tiempo. Se mezclan con historias de tiempos pasados (siglo XVIII y XIX) para conocer la matriz de la historia. También hay saltos en los que se sumerge Rachel, una especie de flashback que me han confundido un poco pues hasta que no pasaba la escena no sabía si era parte del pasado o acontecimiento del presente.

Una cuestión muy importante en las novelas juveniles es que los protagonistas adolescentes tienen y deben hacer las cosas acorde con su edad. Puedo entender ciertas licencias narrativas para la creación y desarrollo de los personajes y las tramas, pero deben ser coherentes con la edad y su entorno. Quizá aquí no me he creído del todo la libertad de los tres adolescentes para trasladarse de una ciudad a otras sin ninguna dificultad. Quizá poniendo algún tropiezo más a la trama hubiera sido más creíble.

Pero al final todo acaba cobrando sentido y teniendo un por qué. Me ha gustado el tratamiento que ha tenido la autora con el clímax de la historia y su resolución final.

No perderé la oportunidad de poder leer otras novela de Sandra Andrés.
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