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Esta novela me ha cautivado por completo. Rachel es una chica muy inteligente que por circunstancias de la vida se ve obligada a resolver las pistas que su padre le ha dejado y que giran en torno a la obra de William Blake. Un portal se está abriendo y el mal está a punto de apoderarse del mundo. Para impedir que esto suceda, cuenta con la ayuda de tres amigos: Andrew (con quien comparte un programa sobre sucesos paranormales), Nick (su amigo desde la infancia) y Albion (un misterioso pupilo de su padre). Los capítulos son breves y siempre terminan en un punto álgido que te deja con ganas de más, las descripciones son bellísimas con pasajes oníricos que te transportan en el tiempo y el espacio y los sentimientos que transmiten las palabras te traspasan la piel. Es una mezcla increíble de intriga, romance, aventura e incluso terror que nos lleva a recorrer distintos lugares emblemáticos de Europa, a analizar el significado de famosas obras de artes y a conocer anécdotas sobre el famoso artista William Blake. Ha sido sin duda una aventura apasionante y lo recomiendo muchísimo. Es la segunda novela que leo de la autora y ya se ha convertido en una de mis escritoras españolas favoritas. |
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