Mi casero, Adrián

No conocía a Jònia Anatòlia hasta leer este pequeño relato, perteneciente a la serie que la editorial Kiwi publicó a raíz de la cuarentena por el coronavirus, y la verdad es que me ha gustado mucho.
Vera, la joven protagonista de Mi casero, Adrián, vive desde hace tiempo compartiendo piso con su casero, pero tienen horarios tan diferentes, que es como si tuviera toda la casa para ella sola, hasta que se declara el estado de alarma y, de pronto, se encuentra conviviendo con un completo extraño.
La forma de narrar de la autora ha ido, en mi opinión, de menos a más y, a medida que continuaba leyendo, me ha resultado súper fácil meterme en la piel de Vera.
En cuanto al personaje de Adrián, me ha parecido sorprendente porque, en principio, debido a su trabajo, no te imaginas que vaya a ser así (y lo mismo piensa Vera), pero me ha caído genial, al igual que ella.
La naturalidad con la que comienzan a tratarse ambos es, sin duda, uno de los puntos fuertes del relato y, al contrario de lo que suele ocurrir en este tipo de historias, la suya no me ha parecido precipitada, por lo que os lo recomiendo su lectura porque seguro que os sorprenderá.

La historia está escrita en primera persona por Vera, una chica estudiante que trabaja de camarera y que tras dejar a su novio acaba viendo en el piso de Adrián Rodríguez, un chico algo mayor que ella y con el que no coincide apenas en la casa. Hasta que ocurre el tema de la cuarentena y ambos tendrán que conocerse y empezar a convivir.

Es una historia que me ha encantado y que me ha sacado más de una sonrisa. Me he puesto totalmente en la piel de Vera y mis reacciones hubieran sido exactamente las mismas.

Para mi esta autora y esta historia ha sido todo un descubrimiento.

Un historia bastante común pero muy entretenida, y los personajes son encantadores, me han gustado mucho.