Basta con vivir

Carmen Amoraga es una escritora que ya me encandiló con El tiempo mientras tanto por lo que cuando desde Yincaneras sacaron el sorteo de este libro no dude ni un minuto en participar y tuve suerte y lo he leído y lo he disfrutado, he sufrido y me he emocionado.

Es un libro que te atrapa entre sus paginas y que lo lees en un suspiro y con la respiración contenida; porque es imposible no empatizar con Pepa y Crina con sus vidas y sus soledades.

Comparten el lugar pero sus vidas van en paralelo hasta que se cruzan, Pepa vive una existencia sin vivir, donde los días pasan llenos de amargura y recuerdos deformados por el dolor; donde los días y las noches están envueltos de una soledad espesa que lo cubre todo. Crina que era una estudiante de medicina en su país que por amor vino engañada a España y que ha sufrido la explotación y la tortura encuentra en su embarazo una puerta, un resquicio por el que vivir.

Y en sus existencias y miradas cruzadas se unen los caminos o encuentran una razón, Pepa que se ve abocada a unas vacaciones obligadas y que decide acudir a terapia un poco sin esperanza y que va encontrando las piezas del puzzle de su vida y viendo que a veces nos complicamos y sólo basta con vivir; en sus paseos con su pero Ramón (que fue el amor de su juventud) se va encontrando con retazos de lo que fue su vida y de como se encerró en si misma y ahí en el parque descubre a Crina e intuye su tragedia y decide salir de su caparazón y luchar por vivir.

Es una oda al optimismo y al querer salir adelante, a tratar de soltarnos de nuestras circunstancias y buscar hasta en los momentos más duros, un rayo de esperanza que nos haga continuar; a querer ayudar a los demás con generosidad, sin esperar nada a cambio. Y en ese transcurrir calmado con toques de humor como la vida misma descubrir que estamos viviendo...
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