La muerte es el final. En nuestras manos está elegir el camino
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La muerte es el final. En nuestras manos está elegir el camino
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El corazon le obligaba a hacerla, pero la razon le instaba a guardarsela.
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Los dos eran conscientes de que viajaban en un tren que no tardaria en descarrilar, pero, y hasta que ese aciago dia llegase, seguirian disfrutando del trayecto sin preocuparse por el destino
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El recuerdo de aquella bruja le recordo que los principes azules no existen y que los hombres, aunque intentasen hacer creer lo contrario a sus princesas, nunca eran perfectos y tampoco tenian la intencion de serlo.
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No, la muerte no era un tribunal de justicia; sólo era una puta envidiosa y rastrera que le habia arrebatado el sueño de seguir amandola.
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Le recordaba a los arboles de Navidad cuando terminan las fiestas: desnudos, tristes, muertos.
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Sabia muy bien que estaba casado, no necesitaba que se lo recordará; pero tambien sabia que no era feliz, lo leia en sus ojos cada vez que le llamaba por telefono. Su rostro se volvia ceniciento, su voz cansina, su caminar ausente.
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Reconozco que tiene un polvazo y tu necesitas urgen...
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Espero que tambien tu seas consciente de los actos que has cometido y sepas obrar a consecuencia.
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Hemos de reconocer que son nuestros actos, el miedo que condiciona las decisiones que tomamos, lo que nos une y conecta.
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¿A quien baila Raquel en la fiesta en la casa de los hidalgo?