Que empiece la fiesta

Que empiece la fiesta es una novela ficticia, una parodia implacable de la era Berlusconi. Fue una lectura que casi abandoné desde el primer capítulo por thrash.
Porque esta novela comienza con la historia de una secta satánica italiana, con le secta de los « Enrabiados de Abaddon », secta que reúne unos 4 pelagatos, energúmenos perdidos en la vida y cuyo líder es un pobre tipo vapuleado por una esposa cruel. Son seres malévolos que creen en el Mal y lo practican cometiendo violaciones y hasta asesinatos si es necesario, actos que les sirven para probar que están vivos.

Felizmente que este descriptivo horroroso dura sólo 8 páginas. Aparece entonces un personaje importante del libro : el escritor exitoso Fabrizio Ciba, 41 años, fatuo, narcísico, depredador sexual, rodeado de seguidores, con un ego descomunal y a quien falta la inspiración para avanzar en su último libro. Probablemente que Niccolo Ammaniti ha puesto en el personaje mucho de lo que ha aprendido con su rol de escritor famoso, porque Ciba está muy bien perfilado. Abundan las anécdotas jugosas y que suenan verídicas.

Me hago la pregunta, Ammaniti podría escribir este libro hoy en día? Creo que el movimiento entero meToo se le echaría encima…

El título del libro alude a una fiesta faraónica organizada por otro personaje decadente que se ha enriquecido con la especulación inmobiliaria. El tipejo tiene la pretensión de dejar en la Historia este festejo desmesurado para el cual ha invitado los más « gratinado » de la sociedad italiana : políticos corruptos, artistas de todo pelaje, farándula de la TV, jugadores de fútbol millonarios, periodistas, escritores, etc; todos los estratos sociales están representados dando una excelente muestra de la época de Berlusconi.

Pero la fiesta se transformará en pesadilla, y el autor, con una imaginación desenfrenada, hiperrealista, obscena, nos mostrará mucha decadencia : la degradación del pueblo ante todo lo que brilla, la falta de cultura, un pensamiento teleguiado por los medias, una manipulación permanente.
Es un mundo amoral, patético, adulterado, que gira en torno a un vacío sideral y baña en la corrupción mientras consume psicótropos para recargar baterías.
Todo el libro está narrado con un humor feroz dándonos unas escenas de antología a la manera de un Tarantino. Un trabajo muy logrado que muestra una imagen de Italia viciada por un liberalismo sin frenos.
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